«Todos los escritores de fantasía épica seguimos la estela de Tolkien»

Ha escrito veinte novelas en menos de nueve años y compagina la devoción por la escritura con su trabajo como profesor de literatura creativa en un máster de la Universidad de Brigham Young. Brandon Sanderson, ganador del premio de literatura Hugo 2013 por su novela corta 'El alma del emperador' y conocido internacionalmente por publicaciones de fantasía épica como 'Elantris', firmó ayer ejemplares de sus libros en el festival Celsius 232, donde le esperaban centenares de fans.

Es la segunda vez que pisa suelo español y la primera que viene a un festival, ¿por qué eligió Celsius 232?

Lo escogí principalmente porque me invitaron, aunque tuvieron que convencerme. He sido invitado a muchos otros festivales, pero en el Celsius parecían estar preparados y me impresionó su invitación.

Para quien no sepa de qué trata exactamente la literatura de fantasía épica, ¿qué elementos tienen en común estas novelas?

Podría decirse que la fantasía épica es la forma en que los autores tratamos de crear un mundo basado en una era histórica, pero es un mundo que no existe en la vida real.

¿Cuál es la situación actual de este género literario?

Lo maravilloso es lo que ha pasado con la fantasía épica desde el momento en que Tolkien creó la primera serie de novelas de este tipo y cómo ha crecido todo desde los últimos diez o quince años, el impulso que se le ha dado. Todos los escritores de esta literatura estamos siguiendo la estela de Tolkien.

Teniendo en cuenta este auge del que habla, ¿tiene ya en mente nuevos proyectos?

Tengo muchos planes, siempre estoy trabajando duro. En España, en la primavera de 2015 se va a publicar mi novela 'El camino de los reyes', editada en Estados Unidos en 2010. También estoy trabajando en una secuela para 'Ladrón de Corazones', que se publicará en enero de 2015 allí.

En 2009 fue elegido para completar la serie de novelas 'The Wheel of Time' tras el fallecimiento de su autor, Robert Jordan. ¿Qué supuso esto para su carrera?

La verdad es que fue muy complicado, hay que ver a través de los ojos del otro autor. Fue algo muy positivo para mí, aprendí mucho y mejoré en mis habilidades como escritor.

En muchos de sus trabajos le da la vuelta a conceptos típicos de las novelas de fantasía épica, ¿por qué introduce estos cambios?

Me gusta buscar temas a los que les pueda dar un giro porque los lectores quieren encontrar temas cotidianos, pero también quieren originalidad. Esto es un reto, por eso intento coger aspectos cotidianos y hacer un giro en la trama.

¿Esto tiene algo que ver con el Síndrome Campbell, tema sobre el que usted escribió un texto académico?

El Síndrome Campbell, llamado así por Joseph Campbell, es una forma de escribir novelas heroicas de fantasía siguiendo una pauta, una lista de la que se van tachando las cosas que se supone que tiene que hacer tu héroe para que tu novela pertenezca a este tipo de literatura.

¿Qué propone usted al respecto?

Sugiero que no se utilice esta lista. Lo que hace a una historia buena es que tú sepas lo que tu historia necesita, que seas capaz de analizar y de poner los elementos que la vayan a hacerla exitosa, ir explorando en lugar de ir tachando elementos de una lista.

Teniendo en cuenta su intensa trayectoria, ¿de qué se siente más orgulloso en relación a su carrera como escritor?

Estoy bastante emocionado por el éxito que he conseguido en estos años, pero al final lo que uno quiere cuando llega el final del día es simplemente contar historias. Poder vivir de ello es algo maravilloso. Quizá de una de las cosas de las que me siento más orgulloso sea, precisamente, del final de la saga 'The Wheel Of Time', por lo difícil que fue y por lo que supuso para mí.

Como escritor ya consolidado, ¿qué consejo podría darle a la gente que está iniciándose en el mundo de la literatura?

Creo que el único consejo que puedo dar, y el más importante, es practicar, practicar y practicar. Descubrir tu propio proceso de escritura y utilizar diferentes herramientas. No se trata de escribir libros sin más ni de obtener una carrera universitaria. Un médico necesita diez años de práctica hasta llegar a ser médico, quien quiera ser escritor debe plantearse pasarse también diez años practicando y, entonces, le garantizo que tendrá éxito.