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Uno de los autobuses de Autos Villa que ayer por la tarde se encargaba del servicio entre Avilés y Luanco, en la estación de autobuses.

Autos Villa se queda con la línea de autobuses Avilés-Luanco

La empresa podrá comenzar el servicio «en enero o febrero» y deberá subrogar a 12 trabajadores y comprar vehículos

AINHOA PALACIO

Martes, 21 de octubre 2014, 00:40

La empresa avilesina Autos Villa será la próxima adjudicataria de la concesión del servicio de autobuses que une el centro de Avilés con el barrio de Valliniello y con Luanco. La compañía presentó la única candidatura al concurso que convocó el Consorcio de Transporte de Asturias (CTA), y el pasado 14 de octubre presentó toda la documentación y los avales necesarios para hacerse con la concesión.

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Según indicó el propietario de la compañía, Francisco Fernández, Villa no comenzará el servicio hasta «enero o febrero», puesto que es necesaria una inversión «para comprar nuevos vehículos y también otro tipo de material» y ahora la empresa necesita ajustar números para saber qué inversión puede realizar.

Actualmente Villa forma parte de la Unión Temporal de Empresas (UTE) que presta el servicio entre el centro de Avilés y Luanco desde que el CTA retirase la concesión que tenía la empresa Roces por la progresiva caída de la calidad en el servicio y las quejas y denuncias constantes de los usuarios. La UTE está integrada por las empresas Autos Josa, Autocares Medina, Autos Tito Ledesma, la propia Villa, José Roberto Martínez Díaz y también Autos Xavina, y las prórrogas del contrato se hacen «cada tres meses», informó Fernández. La próxima sería a partir del 2 de diciembre, pero «creemos que para entonces aún no estaremos a tiempo», y por ello el responsable de la empresa calcula que será en el mes de enero.

Según el pliego de condiciones del contrato la empresa necesita diez autobuses para realizar el servicio, por lo que será necesario comprar más. «Aún no sabemos si tendrán que ser seis u ocho, nuevos o ya usados, todo depende de la inversión», explicó Fernández. El concurso para la concesión de la línea de transportes preveía un periodo de vigencia del contrato de diez años y un presupuesto base de licitación de 637.661 euros anuales.

En el mes de mayo el concurso abierto para la la concesión definitiva de la línea quedó desierta, y aunque Villa también había presentado su candidatura lo hizo fuera del plazo fijado en la convocatoria. En el último concurso, tras el verano, la documentación sí entró en plazo y la mesa de contratación decidió proponer la adjudicación de la línea a Villa, que necesitaba un aval que ya ha sido depositado, y en los últimos días se han cerrado todos los flecos que quedaban para alcanzar un acuerdo.

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Subrogación del personal

El contrato incluía la obligación de que la compañía adjudicataria subrogase al personal de la anterior concesionaria del servicio. Una obligación que fue acordada por el Consorcio de Transportes y los sindicatos UGT y Comisiones Obreras.

Según indicó Fernández, serán doce trabajadores en total, que se sumarán a la plantilla actual de Villa, «entre 11 y 13 ó 14 conductores según la temporada». Con estas incorporaciones, apuntó Fernández, «lo único que cambia es que seremos una empresa más grande, y tendemos que ver cómo va a quedar el servicio y las líneas», así como el reparto de conductores. Esta obligación en el contrato recibió críticas por parte de los trabajadores que se quedarían fuera del proceso pese a haber trabajado como conductores de Roces, si bien figuraban en otros puestos en el organigrama.

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Por otro lado, el responsable de Autos Villa también habló de la situación actual en el transporte «y la caída generalizada de viajeros, no sólo en esta línea» en el último año, y comentó que la evolución en las cifras también es una de las cuestiones que preocupan. «Lo más importante ahora es que no haya problemas y eso significará que todo marcha bien», indicó.

La anterior adjudicataria, la empresa Roces, perdió el servicio entre Avilés y Luanco, y también el barrio de Valliniello, en el mes de marzo del año pasado. La dirección general de Transportes y Movilidad del Gobierno también decidió retirar las autorizaciones de la compañía, que desde aquel momento también dejó de explotar las once rutas escolares que cubría. El Gobierno regional había dado a la empresa un plazo para presentar toda la documentación requerida en cuanto a pagos a los trabajadores, licencias y cumplimiento de las revisiones de los vehículos, pero en marzo del pasado año la dirección general de Transportes retiró la concesión por no haber aportado la documentación requerida para mantener el servicio, y porque «se ha acreditado el incumplimiento de obligaciones» por parte de la empresa.

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Además de las quejas de los usuarios y de los propios conductores en los meses anteriores, la Policía Local llegó a paralizar parte de la flota por carecer de documentación obligatoria, y también había habido denuncias desde el ámbito sindical sobre impagos de salarios a parte de la plantilla.

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