¿Quieres despedir a tu mascota? Puedes hacerlo en el nuevo canal de EL COMERCIO
Julio Pérez Manzanares, tras su exposición sobre el 'El (mal) gusto contemporáneo'. José Simal Ordás

El aval de la Nebrija, garantía del Curso de Coleccionismo y Arte

Los asistentes a esta formación valoran el respaldo de esta universidad y celebran el nivel de los ponentes

Martes, 8 de julio 2025, 17:19

Unos sesenta alumnos asisten al I Curso de Coleccionismo y Arte Contemporáneo organizado por la Universidad Nebrija en Avilés. En realidad es un curso ... con una larga trayectoria previa, pero que en esta ocasión ha saltado a Avilés de la mano de la universidad que pretende implantar estudios de Enfermería en la ciudad. Coleccionistas, gestores culturales, galeristas y estudiantes son los perfiles de los alumnos matriculados en un curso que termina el miércoles y del que destacan la calidad de los ponentes.

Publicidad

Diana Llamazares, por ejemplo, de la Galería Llamazares, en Gijón, lleva asistiendo al curso varios años. «Este es el primer año que se hace en Avilés, además de la mano de la Nebrija, que ya es una garantía. ¿Cómo no iba a asistir?», comenta tras explicar que los diez años anteriores acudía a Santander donde la Universidad Menéndez Pelayo celebraba esta formación en colaboración con el Instituto de Arte Contemporáneo (IAC) y con 9915 Asociación de Coleccionistas Privados de Arte Contemporáneo.

Sabina Boniface vive en Madrid, pero viene mucho a Asturias y se enteró del curso a través de la galerista Elba Benítez, ponente el primer día y amiga personal. «Soy modelo, pero quiero cambiar de profesión. Estoy preparando el acceso a la Universidad y no sé si realizar estudios de arte o de relaciones internacionales. Como me gusta el arte y Elba me habló de este curso me pareció una buena oportunidad para ver si puede ser una alternativa de futuro», explica.

Adela Chocano y María Vañó son primas pero la primera vive en Madrid y la segunda en Santander, el Curso de Coleccionismo y Arte Contemporáneo no solo les interesaba sino que era una buena ocasión para reunirse y verse en Avilés. Chocano se dedica a la gestión de un patrimonio familiar y el arte ha sido un interés que le ha llegado de forma tardía, según asegura. «Antes sabía si algo me gustaba o no me gustaba, pero no podía profundizar. Fue una tía mía la que me introdujo en la pintura, la arquitectura, los periodos... Me gustó tanto que hasta me hice socia de la Fundación Amigos del Museo del Prado y he empezado una pequeña colección de arte contemporáneo», manifiesta. Se animó, además, a apuntarse «porque conozco a la Universidad Nebrija y no lo dudé».

Publicidad

Su prima María Vañó se define como «la nota discordante» porque «solo soy una aficionada y pequeña, pequeña, muy pequeña coleccionista de pintura». No es el primer curso al que asiste, ya que antes se celebraba en su ciudad, pero se animó porque «Avilés es un sitio estupendo que ya conocía un poco por el Centro Niemeyer» y esta nueva edición representa «un placer y un aprendizaje de vida». No se ha equivocado porque, de hecho, «está siendo espectacular, la Universidad Nebrija lo está haciendo muy bien», asegura.

Entre los asistentes, también galeristas avilesinos y otras personas sin vinculación profesional con el mundo del arte, pero interesadas en él. En total, 63 matriculados pero habituales como Vañó esperan «que el próximo año haya más asistentes porque el contenido lo merece».

Publicidad

Uno de los ponentes que ha dado lustre este martes al programa ha sido Julio Pérez Manzanares, cuya charla sobre 'El (mal) gusto contemporáneo: kitsch, camp, cursi' ha entusiasmado al auditorio. Profesor de Estética y Teoría del Arte en la Universidad Autónoma de Madrid, ha explicado que la idea del gusto se creó en el XVIII y a pesar de que fue un siglo «enormemente liberador por la Ilustración y todo lo que esta representa, también fue en ocasiones restrictivo por intentar crear normas absolutas y generales para toda la humanidad en base a cuestiones que casi se naturalizaban».

Para él en realidad la cuestión no es si se tiene buen o mal gusto sino cuándo lo hay. «Esa es la pregunta, cómo nos enfrentamos a ello» y, al parecer, hoy en día se hace con libertad y autonomía. «El mal gusto es una sensibilidad que tiene que ver con cómo percibimos determinados aspectos estéticos, bien sea del arte bien sea de la cultura de masas, bien sea de nuestro día a día, de la ropa que nos ponemos. El gusto es una construcción de carácter educativo, social, incluso político, que establece una serie de normas y a veces esas normas están a favor de lo que nosotros mismos sentimos y percibimos como bueno y hay ocasiones en las que nosotros sentimos que vamos por otro lado. Normalmente salirse de esa norma se considera el mal gusto. Sin embargo, la sociedad actual es toda fruto del mal gusto, con lo cual ya no se sabe si el mal gusto hoy en día es tener buen gusto», ahondó.

Publicidad

El Curso de Coleccionismo concluirá hoy.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

1 año por solo 16€

Publicidad