Las aves migratorias adelantan su paso por la ría de Avilés

El grupo ornitológico Mavea acaba de cumplir 34 años como entidad referente en avistamiento y clasificación de aves dentro de la comarca avilesina y en el conjunto de Asturias, y en esta ocasión sus miembros han tenido la fortuna de poder celebrar esta fecha tan significativa recibiendo la visita de varios cientos de aves migratorias que este año han adelantado notablemente su paso por la ría de Avilés y se han dejado ver durante las primeras semanas de abril.

«Estos días están dentro de las fechas habituales para las migraciones, pero es cierto que ha sido una sorpresa porque en los últimos años ha sido más habitual que empiecen a llegar por esta zona a mediados de mayo o finales de junio», reconoce César Álvarez Laó, miembro del grupo de ornitología Mavea y experto en aves.

Este cambio nada tiene que ver con la excepcional situación que se vive a nivel global, derivada de la pandemia del coronavirus que tiene confinadas en sus casas a millones de personas en todos los continentes. El principal motivo por el que las aves han adelantado su paso por estas latitudes es la climatología. «Estas primeras semanas de abril coincidieron con vientos frontales del este, lo que propició la llegada de bandos con más de cuatrocientos ejemplares que avistamos en las playas de Salinas y El Espartal. De momento no se han dejado ver los miles de migrantes a los que estamos acostumbrados pero si los vientos son adecuados no tardarán en aparecer», adelanta el ornitólogo a LA VOZ DE AVILÉS.

Se trata de avistamientos bastante fugaces, un comportamiento que los ornitólogos consideran normal. «Están poco tiempo parados, lo que significa que las masas de aves se mueven porque hay unos canales de vientos del sur muy buenos que conectan África con el centro de Europa y nuestra ría está en su camino», explica Álvarez Laó.

Afrontar la difícil tarea de observar y clasificar todas estas aves nunca es sencillo, pero se ha vuelto aún más complicada dada la situación actual y el confinamiento en el que vivimos desde hace más de un mes, que impedía a los ornitólogos hacer su habitual trabajo de campo, en especial en esta época del año. «Debíamos de solucionarlo porque no se nos permitía salir de casa y la fórmula que hemos encontrado es hacer una contratación para que una persona vaya todos los días a censar sin exponerse a problemas legales».

El designado es el propio Álvarez Laó, que hasta el momento ha avistado bandos de veinte especies distintas que viajan juntas. «Principalmente son aves limícolas como chorlitos, archibebes, agujas, vencejos o unos 180 zarapitos trinadores que avistamos en El Espartal, especie que no es tan habitual encontrarse en esta época», reconoce el ornitólogo designado por el grupo, que se parapeta a diario en San Balandrán con paciencia, a la espera de las grandes bandadas.

Ahora solo se echa en falta la habitual presencia de aficionados a las aves a los talleres que organiza Mavea para enseñar el avistamiento en el entorno de la ría de Avilés.