Una vecina de Avilés, su hijo y un ciclista que intentó ayudarles, heridos por un vertido de ácido sulfúrico

Un derrame de ácido sulfúrico en la avenida del Conde de Guadalhorce provocó quemaduras de distinta consideración a una mujer de 71 años, a su hijo de 46 y a un ciclista de 45 años. Los dos primeros, con quemaduras del 19 y del 8%, respectivamente, fueron evacuados en UVI móvil al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), donde quedaron ingresados.

El derrame fue provocado por una cuba procedente de Asturiana de Zinc y cargada con ácido sulfúrico al 98%, que sobre las siete y media de la tarde se dejó por el camino doscientos metros lineales, aproximadamente entre el bar La Cantina de la Ría y el paso a nivel de Larrañaga.

Una mujer que cruzaba por el paso de peatones que hay frente a este local resbaló y cayó al suelo, entrando en contacto directo con el ácido que le quemó la ropa y el 18% del cuerpo. Su hijo, al intentar ayudarla, sufrió quemaduras en el 9%. Igualmente un ciclista que circulaba por la zona y que resultó con quemaduras al tratar de ayudar a ambos. En este caso fueron de menor consideración, por lo que fue trasladado al Hospital Universitario San Agustín.

El suceso, que generó gran expectación y atascos durante las más de dos horas y media que duraron las tareas de limpieza de la calzada, movilizó a Policía Local, a bomberos, personal de mantenimiento de carreteras y de logística de Asturiana de Zinc, que trataba de determinar la cisterna que había provocado el derrame.

En un primer momento se cortó la tráfico la Arteria del Puerto y solo cuando se acotó el carril en el que tuvo lugar el derrame (el de salida de la ciudad) y se comenzó a cubrir con material secante el tramo afectado, se recuperó la circulación alterna por el otro carril.

El ácido sulfúrico es un compuesto químico altamente corrosivo obtenido a partir de dióxido de azufre. Provoca quemaduras graves en la piel y lesiones oculares graves. Es uno de los productos químicos más empleados en la industria por sus numerosas aplicaciones en fertilizantes, explosivos, pinturas, lacas, y barnices, como agente de decapado de metales, en la industria agroalimentaria, en la eléctrica y electrónica y para la fabricación de polímeros.

Junto con el zinc, sus aleaciones, el sulfato de zinc, el dióxido de azufre líquido y el óxido de zinc, es uno de los productos fabricados y comercializados por AZSA en Castrillón.