Un avilesino se enfrenta a un desahucio por una deuda de tres euros

Uno de los inquilinos del barrio avilesino del Nodo se enfrenta a un posible desahucio por el impago de tres euros de una de las mensualidades. La Cofradía de Pescadores pide la rescisión del contrato de alquiler y el desahucio. En la vista oral, celebrada este lunes en los juzgados de Avilés, la defensa alegó buena fe tanto en el ejercicio de los derechos como en la ejecución de los contratos.

El hombre fue declarado en rebeldía al no recibir la demanda interpuesta por la Cofradía por lo que este lunes en la sala no pudo contestar a la demanda ni aportar prueba alguna aunque el abogado defensor, Manuel Barba, contestó al interrogatorio del Patrón Mayor, Tomás Badiola, para que quedara constancia de que la deuda ya había sido abonada. «A fecha de interposición de la demanda solo tenía esa cuota de tres euros impagada. Una vez que somos conocedores de la demanda consignamos en el juzgado el dinero y está al día de todas las cuotas», recalcó Barba.

La defensa se basa en anteriores sentencias dictadas por la Audiencia Provincial para evitar tanto la resolución del contrato como el desahucio. «Este señor a lo largo de la relación contractual, que se inicia en 1995, siempre ha pagado la renta aunque fuera de los siete días estipulados. Esto es así porque la mayoría de los inquilinos del barrio son jubilados y viudas que perciben su renta del Instituto Social de la Marina a final de mes que es cuando abonan las cuotas. Esto viene siendo consentido por la Cofradía», insistió el abogado defensor.

De hecho, la Cofradía de Pescadores aportó los recibos abonados por el inquilino. «En ellos se comprueba que este señor ha pagado religiosamente la renta e incluso en alguna mensualidad ha regularizado sin requerimiento previo y sin que nadie le dijera nada», argumenta Barba, que además hizo referencia a otra sentencia de la Audiencia Provincial en la que se defiende en que «con lo exiguo de la cantidad, no cabe rescindir el contrato de alquiler».

Respecto al impago de la cuota de tres euros, Manuel Barba explicó que «se debe a un olvido» ya que en junio de 2017 se cambió el método de pago de las mensualidades. «Es un despiste. Actúan de mala fe porque eso se hubiese solucionado con una simple llamada telefónica», recalcó el abogado.