Otro cliente de uno de los bares acompañó al hospital al paciente cero del brote de Avilés
Policías, jubilados y personal del centro de salud de La Magdalena componen la clientela de los establecimientos
Giovanna F. Bermúdez
Miércoles, 2 de septiembre 2020
Las alarmas se activaron el pasado viernes, según explicaba la propietaria del bar Piol del barrio de La Magdalena, uno de los tres en los que se ha detectado un brote de coronavirus en Avilés, Esther Bernardo, cuando un cliente de avanzada edad, habitual de estos bares, que se encontraba en la cafetería Valsa, comenzó a sentirse mal y con fiebre. En ese momento otro cliente decidió acompañarlo al hospital San Agustín donde las pruebas confirmaron el positivo por covid. A la mañana siguiente, tanto el Piol como el Valsa, decidieron cerrar sus puertas por prevención y realizar los test a la plantilla. Los empleados del Piol dieron negativo pero varios de los trabajadores del Valsa si confirmaron su contagio, al igual que algunos clientes de ambos establecimientos. A todos ellos, incluso a los que dieron un resultado negativo en las PCR, se les mantendrá confinados hasta unas nuevas pruebas que se realizarán el día 7 de septiembre, tras haber superado el periodo de incubación. Por el momento, esta medida de aislamiento se recomienda a todas las personas que hayan podido estar contacto con alguno de los positivos, hasta que pase este periodo.
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«Ninguno de los positivos presenta un cuadro grave ni está ingresado, a excepción de este primer cliente que aunque ya ha dado negativo se encuentra hospitalizado porque tenía patologías previas», explicaba la hostelera, quien también quiso recordar que su establecimiento se ha desinfectado y se mantendrá cerrado por prevención «aunque no es obligado».
Los tres establecimientos tienen una gran afluencia de gente, llegando en algunos casos a superar el centenar de personas diarios, según confirmaban sus propietarios. Muchos de los clientes habituales son agentes del cuerpo Nacional de Policía y del cuerpo de la Policía Local de Avilés, según aseguraba Bernardo, por lo que también se ha procedido a relizar las pruebas a todos los miembros de estos cuerpos. Los bares de la calle Valdés Salas tienen una abundante clientela, compuesta en su mayoría por personas de edad avanzada, pero también son muy visitados por los empleados de supermercados cercanos y por muchos trabajadores del vecino centro de salud.
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