¿Quieres despedir a tu mascota? Puedes hacerlo en el nuevo canal de EL COMERCIO
Uno de los controles perimetrales, en este caso en el límite de San Cristóbal y Coto Carcedo, llevado a cabo ayer por la Policía Local de Avilés. MARIETA

La comarca de Avilés asume los cierres perimetrales con resignación y escaso control de movimientos

Las policías locales de Avilés, Castrillón y Corvera coordinarán la vigilancia del tráfico desde hoy tras clausurar zonas de paso peatonal

CRISTINA DEL RÍO

AVILÉS.

Miércoles, 20 de enero 2021, 01:02

Los vecinos de Avilés, Castrillón y Corvera, los tres primeros concejos asturianos afectados por un cierre perimetral de quince días que se alargará ... hasta el domingo 31 de enero, vivieron con normalidad y resignación la primera jornada, especialmente los avilesinos que ya lo sufrieron en noviembre. En zonas fronterizas como Raíces, Villalegre y Las Vegas no se entienden unos límites que ayer se transgredieron con tranquilidad. Hoy ya será más difícil porque a la coordinación del tráfico pactada ayer entre los cuerpos de Policía Local de cada uno de estos concejos se sumó el cierre por la tarde en Villalegre de uno de los puentes que cruza el río y conecta con Las Vegas, una medida que facilita el control de los peatones al dejar habilitado un único paso, aparte de la acera de la carretera general.

Publicidad

Como en el anterior cierre, las excepciones para salir y entrar de la zona perimetrada son extensas, principalmente, trabajo, consultas médicas, obligaciones legales, formación y educación. Un abanico tan amplio como la casuística familiar o personal, por lo que es fácil encontrar ciudadanos dispuestos a saltarse las normas a pesar de la amenaza de multa y de que desde los ayuntamientos afectados advierten de que se controlará el cumplimiento de la norma decretada por el Principado.

El concejal de Interior de Castrillón, Javier González Fernández, informó de controles aleatorios conforme al criterio pactado entre Guardia Civil y Policía Local, que «desde marzo tienen aún una colaboración más estrecha». La Policía Local realizó cinco, dos por la mañana y tres por la tarde. En ninguno se formuló denuncia alguna, pero sí se obligó a bajar del autobús que cubre la línea entre Coto Carcedo y Avilés a un vecino de la urbanización castrillonense que iba a hacer la compra en Avilés. Los agentes interpretaron que se había «despistado» y le conminaron a bajar del transporte.

A un vecino «despistado» de Coto Carcedo se le obligó a bajar del autobús en el que se dirigía a Avilés a hacer la compra

El edil trasladó, además, la «multitud» de llamadas recibidas en la centralita de la comisaría, que estuvo «al borde del colapso». «Ocurre cada vez que sale un decreto porque cada persona tiene un caso particular y necesidades de desplazamiento diversas», explicó.

Publicidad

Mientras eso ocurría, él se reunía en el salón de plenos del Ayuntamiento de Castrillón con el capitán y el teniente de la Guardia Civil de la Comandancia de Avilés y el jefe de la Policía Local. «Es una reunión que tendrá carácter periódico, conforme a las instrucciones recibidas por Delegación de Gobierno», manifestó Javier González.

A pesar del cierre perimetral, a simple vista el movimiento ciudadano y el tráfico entre concejos apenas se resintió, y hubo infractores que confesaron a este periódico que seguirán haciéndolo. Son las circunstancias personales de las que hablaba el concejal castrillonense. Estela Pérez, vecina de Raíces, no solo tiene una casa en Boal con el tejado en peligro por la nieve acumulada, sino también a una hermana en Avilés a la que le echa una mano con su hijo. «No tiene otra ayuda y yo no tengo justificante, pero tengo que hacerlo», indica. Como ella, Marlén Calvo señala que seguirá yendo a Avilés porque su hijos están «en una situación complicada y les tengo que llevar cosas, sé que me arriesgo a una multa y que no está bien hecho, pero me da igual».

Publicidad

En el caso de los vecinos de Villalegre, Antonio Leyva y Juan José Aparicio, las justificaciones son distintas. El primero, que suele correr por Molleda, ayer repitió recorrido porque le queda más cerca esta ruta que tirar hasta Versalles por más que el segundo sea un barrio de Avilés y el primero, de Corvera. Se queja también de que no puede usar la piscina municipal de Las Vegas, la más cercana a su domicilio de Villalegre. Aparicio secunda sus palabras y señala la cola de Correos. «En Las Vegas no hay oficina, estoy por apostar que la mayoría de las personas que están ahí son de Corvera. Yo vivo en La Luz y voy casi todos los días a Corvera, tengo una hermana en Molleda», explica.

Carmen Joyo, vecina de Las Vegas y que tiene justificante porque trabaja en Avilés, reconoce que, aún así, «me fastidia bastante» este cierre perimetral porque muchas veces los supermercados de Avilés le prestan mejor servicio que los de Corvera. Con ella pasea Vicky Pulido, también vecina de Las Vegas e invidente, condición por la que el cierre le influye menos, según sus propias palabras.

Publicidad

Sin justificante

En Raíces hay opiniones para todos los gustos, pero se pueden señalar dos: los que se sacrifican si es por el bien común y los que reniegan de una medida que, según dijo Adrián Barbón, era la que menos impacto había tenido de las impuestas a raíz del decreto del 4 de noviembre. Al primer grupo pertenecen Maróia Esther Suárez y Rita Fernández, que echan de menos comprar en Lidl, que ya está en Avilés, pero que «lo aceptamos si es una buena medida». Al menos, comentan, pueden ir a Piedras Blancas. En el segundo se sitúa Claudia Blanco, que califica de «muy mal» un cierre que a ella le afecta directamente porque tiene que ir a rehabilitación al Hospital Universitario San Agustín y, de momento, no tiene justificante por escrito. Pero lo que más le indigna, aunque no tenga relación con el cierre perimetral, son las colas en el exterior del Centro de Salud de Raíces.

El único grupo municipal que ayer se manifestó sobre el cierre perimetral fue Vox. Los portavoces de Avilés, Arancha Martínez Riola y de Castrillón, Alberto García Hevia, criticaron un cierre de «dudosa efectividad, en propias palabras del presidente del Gobierno de Asturias».

Publicidad

En palabras de la portavoz de Avilés, «causa un daño económico de cuantía impredecible, ya que las sinergias laborales, económicas y comerciales que se dan en la comarca quedan rotas cada vez que alguno de los concejos queda aislado».

Este contenido es exclusivo para suscriptores

1 año por solo 16€

Publicidad