Derriban las dos últimas torres de carbón de baterías en una explosión de cinco segundos

La operación fue milimétrica y en esta ocasión no hubo fallos ni errores. Las dos torres se volaron en cuestión de cinco segundos, una detrás de orea en una secuencia controlada partió las estructuras a un tercio de su altura. Ahora las máquinas procederán a demoler los restos, que posteriormente se analizarán para comprobar que no existen contaminantes y en tal caso reutilizar los materiales en el futuro proceso de reurbanización del nuevo polígono industrial que se proyecta en los terrenos de baterías.

La UTE formada por las empresas Erriberri y Afesa ha analizado diferentes alternativas para el desmantelamiento del gasómetro que quedará en pie y finalmente se ha decidido no realizar la voladura y optar por la demolición de la estructura mediante medios mecánicos para garantizar la máxima seguridad, tanto en los trabajos previos como durante la propia voladura. Las grúas ya están colocadas en la base del gasómetro y la estimación es que los trabajos empiecen en 15 días y el proceso de desmantelamiento dure un mes aproximadamente. El gasómetro tiene una dimisión de 95 metros de altura y su desmantelamiento producirá 1.300 toneladas de acero.