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Paula Ponga, en su última visita a Avilés, de espaldas a lo que fue el cine Marta y María. J. C. ROMÁN LVA LVA LVA

Los fotogramas de una carrera dedicada al cine

Celuloide. Durante más de treinta años trabajó en la revista de referencia sobre el séptimo arte y desde hace uno forma parte del comité de selección del Festival de Cine de Málaga

Domingo, 18 de junio 2023, 00:35

Apenas le lleva un año a su hermana pequeña, pero esos meses de diferencia fueron suficientes para que Paula Ponga de Esparta (Avilés, 1964) madurara antes de tiempo y asumiera un sentido extra de la responsabilidad. Si con once meses ya comía y caminaba sola (según le contaba su madre), cuando se montó con 18 años en el tren nocturno a Madrid ya no miró atrás a pesar de la despedida 'a lo Paco Martínez Soria' en el andén que tiene prendida en la memoria. Llegó a Madrid, estudió Periodismo y fue la primera redactora de Fotogramas en la capital, la revista española de cine de referencia durante décadas. Con la sede principal en Barcelona, Paula ha estado 33 años entrevistando a todo el 'star system' español y parte del extranjero. Siempre le gustó el séptimo arte, pero más como espectadora. Nunca pensó que se dedicaría a informar sobre ello.

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Con sus hermanos Belén y Bernardo.

Quien conociera su entorno más bien la habría situado en la información política. Hija de Manuel Ponga y de Juana María de Esparta, Paula tenía quince años cuando su padre salió de las urnas como el primer alcalde de la democracia en Avilés. Ella había vivido esa militancia en casa de forma natural aunque, a diferencia de otras adolescentes, participara en muchas de las actividades de la agenda social de sus padres. No era raro que estuvieran los tres hijos en actos festivos como los de El Bollo, en entregas de premios o en plenos municipales. Paula se pasó muchas horas en el ayuntamiento, también por las responsabilidades de su madre como concejala de Educación, sin embargo nada de aquel trajín llamó su atención ni la despistó de un objetivo que empezó a tomar forma al final del bachillerato: convertirse en periodista y contar de primera mano todo aquello que sucedía en el mundo. Las crónicas de Carmen Sarmiento, quizás su primer referente, la habían fascinado.

Celebrando el 81 cumpleaños de su padre.

En 1981 llegó a Madrid y, tras las correspondientes prácticas de verano en Asturias, le surgió una colaboración con la revista Dunia al acabar la carrera. Enseguida quedó vacante la plaza de Fotogramas y en ella inició una época fascinante e irrepetible. Con periodicidad mensual, había tiempo para entrevistar con calma a las estrellas del cine, se enviaban las críticas de los colaboradores por fax a la sede central, se veía mucho cine y se iba a muchos estrenos. Eso sí, jamás vivió en Madrid lo que en Avilés, en aquel Cine Almirante en el que se incendió la pantalla el día del estreno de 'La Guerra de las Galaxias'.

Con Antonio Banderas, uno de sus muchísimos entrevistados.

Con la llegada de la pandemia decidió teletrabajar desde Avilés y cuidar así a su madre, ya enferma. Es Paula una mujer cercana y cariñosa, muy familiar y amiga de sus amigos, por eso acompañar a Juana Mari en los últimos compases de su vida fue un consuelo vital, aunque el duelo sigue ahí.

Quizás entonces se empezó a fraguar un punto de inflexión en su vida. Se apuntó al expediente de regulación de empleo que hizo la empresa sin tener nada en el horizonte, pero convencida de que era lo que necesitaba. No pasaron ni seis meses y le propusieron entrar en el comité de selección del Festival de Cine de Málaga, en lo que podría ser el broche a una carrera de cine sin estar en el primer plano. Ahora vuelve a ser espectadora.

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