La Fraternidad de Francisco inaugura su local en el que ve crecer la demanda
«La vivienda lo ha descabalgado todo. Hay muchos dramas sociales», señala el presidente de la Orden
El proyecto de la Fraternidad de Francisco nació en Avilés el 27 de abril de 2017 gracias a la colaboración entre la Orden Franciscana Seglar de la ciudad y Mensajeros de la Paz Asturias. Ayer vivió un nuevo momento en su historia con el acto de inauguración de su nuevo local coincidiendo con la festividad de San Francisco de Asís. Y lo hace en un momento en el que está viendo un nuevo repunte del número de personas que tienen que recurrir a ellos para comer y en el que preparan nuevas actividades como las relacionadas con la formación laboral o la salud y la nutrición.
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Aunque llevan ya tres meses en este nuevo espacio, este momento de puesta de largo oficial se dejó para el día de ayer, cuando, además, dos nuevos hermanos se integraban en la Orden Franciscana Seglar (Ramón y Fátima) llegando así a los dieciocho miembros.
La Fraternidad de Francisco trasladó su labor de caridad de Cabeza de Caballo a Sabugo a comienzos del verano. El nuevo espacio les está permitiendo diseñar nuevos programas de trabajo con las personas que se acercan hasta ellos en busca de comida diariamente. Según indicó Agustín Albuerne, presidente de la Fraternidad en Avilés, las nuevas instalaciones que ayer se pusieron de largo cuentan con un espacio de aproximadamente cien metros que se destinarán a realizar «píldoras formativas, talleres laborales o de salud o nutrición... En torno a un poco de comida podemos construir muchas cosas y ayudar a cambiar la vida a muchas personas», opinó Albuerne.
Son actividades que el limitado espacio de Cabeza de Caballo no les permitía desarrollar y para las que esperan conseguir también más voluntarios que pueda hacer que todas las ideas en las que trabajan se materialicen. «Es algo que siempre agradecemos, cualquier persona que quiera colaborar tanto en el reparto de las comidas como en estas actividades será muy bienvenida», señaló.
«Esto va a más»
La ubicación de su nuevo local lejos de suponer una reducción en el número de personas a las que atienden está suponiendo un crecimiento. Y no es, en opinión de Albuerne, por su buena localización con parada de autobús urbano cerca y también la estación intermodal con el tren y el autobús interurbano, sino porque «aunque haya quien no lo quiera ver hay un drama social y además tiene nombres y apellidos».
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En su opinión, hubo unos años en los que la necesidad de buscar alimentos fuera de casa fue menor, pero el problema de la vivienda, la subida de los precios a niveles nunca esperados, «ha descabalgado todo. Vemos verdaderos dramas sociales, con mucha gente que si no somos nosotros no comerían», apuntó el responsable de la Orden Franciscana Seglar de Avilés.
En este momento las cifras medias de comidas que entregan al día llega a las 230, «pero hay días que son muchísimas más». En la hora del desayuno se acercan a su local en Sabugo en torno a treinta personas, a la hora de la comida el número de raciones que se reparte llega a las 120 «otra vez», lamenta Albuerne, y por la tarde-noche las cenas están entre setenta y ochenta.
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Atendiendo a estas cifras, Agustín Albuerne insistió en que «toda la ayuda que venga es muy necesaria, necesitamos tanto lo material como las manos para dar de comer como aquellos que quieran colaborar para las nuevas actividades formativas que vamos a poner en marcha».
El proyecto de la Fraternidad de Francisco nació hace ocho años tomando como inspiración la tradición franciscana en el ámbito de la caridad e inclusión social en Avilés y la labor de Mensajeros de la Paz en la Iglesia de San Antón de Chueca (Madrid) o de Santa Anna (Barcelona).
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