Guerra a la avispa asiática

La presencia de la 'Vespa Velutina', más conocida como avispa asiática, sigue creciendo de forma notable en la cornisa cantábrica. Esta especie invasora se introdujo por el occidente asturiano en 2014 y esta primavera sus nidos han empezado a aparecer en la comarca. Concretamente se han avistado tres nidos en Avilés, cuatro en Corvera, dos en Illas y ocho en Castrillón, «unas cifras que no son alarmantes, pero estamos convencidos de que puede haber más nidos que aún no han sido detectados», asegura el presidente de la Hermandad de Apicultores de la Comarca de Avilés (Hapica), José Ángel Villota.

La propagación exponencial de esta especie ha llevado al Principado a elaborar un Plan de Actuación para la Detección y Control del Avispón Asiático, que se publicó el pasado mes de marzo con el fin de instar a los ayuntamientos a poner en marcha un plan de control y erradicación. «El papel de los equipos de gobierno municipales es fundamental, son ellos los que se deben de encargar de adquirir las trampas necesarias, pero consideramos que hasta ahora no han sido muy conscientes del riesgo y hasta este año no han empezado a invertir en esta problemática», lamenta Villota.

El año pasado la agrupación de apicultores solicitó a los cuatro ayuntamientos que pusiesen en marcha un plan preventivo, dado que aún no se había detectado ningún nido, pero se esperaba que la especie no tardase en aparecer. Entonces se comenzaron a impartir cursos formativos destinados a la ciudadanía y cuerpos de seguridad como la Policía Local o los Bomberos, «que deben estar preparados para actuar sin ponerse en riesgo ellos mismos o a los demás», comenta Villota. Pero la aparición de nidos ha activado todas las alarmas y los municipios han declarado la guerra a esta pequeña invasora de cabeza anaranjada y amarillo intenso.

El Ayuntamiento de Avilés, a través de la brigada municipal y la empresa Cespa, colocó a principios de este mes treinta trampas comerciales en diferentes zonas verdes como parques y sendas fluviales. Las trampas son inofensivas para los viandantes, tan solo son un atrayente compuesto en su mayoría de agua y azúcar. Cada quince días se procede a cambiarlo, así como contabilizar y catalogar los insectos recogidos para su posterior registro. El Ayuntamiento conserva veinte trampas en reserva, «que se colocarán en función de los resultados y de la idoneidad de las peticiones de terceros», señalan desde el servicio municipal.

Castrillón es el concejo donde la presencia del avispón asiático es más notable, con ocho nidos detectados hasta ahora. Un hecho que se debe a la cercanía del mar, «pues las reinas fabrican sus nidos mediante una mezcla de papel y agua, por lo que es menos probable su presencia en los núcleos urbanos», explican desde Hapica.

En el municipio se han instalado un total de treinta trampas, «que por el momento están teniendo buenos resultados». Además, se ha puesto en marcha una innovadora medida informática, AvisAP es una aplicación diseñada con el objetivo de coordinar las actuaciones de control de la 'Vespa Velutina' en todo el Principado. «Se utiliza para registrar las trampas, con su correspondiente foto y coordenadas», explican desde el Ayuntamiento. El pasado mes de enero se impartió una charla informativa en el Valey y en mayo la policía recibirá un curso formativo.

Corvera también se ha sumado, pero ha realizado un plan de trampeo independiente mediante la contratación de una empresa privada que ha instalado cincuenta trampas en el municipio y se ha encargado de retirar los nidos avistados, «algo que consideramos innecesario, ya que el Principado se encarga de efectuar la retirada de los nidos de forma gratuita», puntualiza Villota. Debates aparte, el sistema parece ser eficaz, pues recientemente se han capturado dos ejemplares de reinas en la parroquia de Solís y en el pueblo de Taujo, en Cancienes. «La erradicación de las reinas es primordial, pues hablamos de evitar la aparición de unos 6.000 ejemplares por nido, cifra que crece de forma exponencial».

El concejo de Illas, por su parte, también formó a sus vecinos, pero por el momento no se han instalado trampa alguna.

Los trabajos que se están desarrollando ahora son fundamentales para frenar la invasión de esta especie durante el resto del año. La captura de las reinas debe efectuarse entre los meses de febrero y mayo, «periodo en el que la reina está sola y comienza la fase de construcción del nido primario», puntualiza Villota. Fuera de este periodo la presencia de trampas es innecesaria y perjudicial para el medio ambiente.

Desde el Principado, los ayuntamientos y todas las asociaciones apícolas, insisten en que la participación ciudadana es fundamental. Ante el avistamiento de un nido se puede informar a través del 112, el correo info@avisap.es o en los teléfonos 610 255 111 y 984 249 165. «Pero sobre todo recordarle a la gente que hay que respetarlas, pero no temerlas. No son más peligrosas que una avispa normal, pero sí más agresivas, por lo que siempre hay que guardar las distancias y avisar de inmediato», solicita Villota.