El Hospital San Agustín paraliza las operaciones no urgentes ante la oleada de ingresos por covid

El Hospital Universitario San Agustín ha decidido suspender todas las operaciones no urgentes ante la presión de ingresos por la epidemia de coronavirus que satura al centro sanitario avilesino. Las dos próximas semanas serán «cruciales», con el centro al límite de su capacidad y los equipos humanos exhaustos cuando se acerca el año de lucha contra la epidemia. La responsabilidad individual es fundamental para reconducir la situación.

La decisión de retrasar las intervenciones se debe a la reducción de las camas en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) que pasan a ser ocupadas por enfermos de la covid. El aumento de ingresos ha provocado que los diez puestos de UCI pasen a destinarse a pacientes de coronavirus, una vez que los siete boxes UCI pensados para pacientes covid ya se encuentran ocupados.

Las últimas semanas están siendo especialmente duras en la comarca, con Avilés con las tasas de incidencia más altas de toda Asturias. Para evitar contagios cruzados y la expansión de la epidemia, se decidió convertir los cinco boxes de Reanimación en camas UCI. Este espacio es el ocupado por los pacientes después de la operación y mientras se recuperan antes de su traslado a planta. Son perfectamente comparables a la UCI, tanto por la tecnología disponible por el nivel profesional de la plantilla.

Sin embargo, en la actual situación deben combinar la atención a los pacientes que, en condiciones normales, irían a la Unidad de Cuidados Intensivos con la cobertura del postoperatorio. Por eso motivo, se ha decidido restringir toda la actividad quirúrgica no urgente. De esa manera, tienen prioridad las cirugías oncológicas y aquellas en la que no cabe más demora. Pero, en todo caso, la actividad de los quirófanos debe dejar un margen de camas libre en la UCI para atender posibles necesidades asistenciales.

La conclusión de este proceso es que la actividad quirúrgica se ha reducido de manera significativa, aunque raro es el día en el que no hay alguna operación en los quirófanos. Todo ello con un gran esfuerzo de todos los equipos del centro, desde la gestión administrativa a la actividad asistencial.

El presidente de la Junta de Personal, David Menéndez, aseguraba ayer que «todo el personal sanitario se encuentra exhausto y al límite de sus fuerzas».

Pero el aumento de la presión asistencial por la epidemia de coronavirus ha obligado a habilitar nuevos espacios en el San Agustín. Así, en las últimas horas, los servicios técnicos del centro han generado seis nuevos boxes en uno de los gimnasios de Rehabilitación para atender a pacientes de coronavirus.

El espacio se seleccionó buscando no interferir en el resto del servicio para asegurar la protección del resto de pacientes, si bien ha restado capacidad operativa a Rehabilitación. Una vez tomada la decisión, el personal de mantenimiento del Hospital Universitario San Agustín realizó el trabajo para crear una UCI con las mismas condiciones que el resto de los espacios.

Pero el aumento de la capacidad no resta presión a los gestores sanitarios. Y es que una de las características de la enfermedad es que los ingresos de los pacientes son largos, tanto en la UCI como, posteriormente, en la recuperación hospitalaria. La presión también repercute en los ingresos del centro sanitario. A primera hora de la mañana de ayer se contabilizaban 89 ingresos en planta de pacientes de coronavirus. A efectos prácticos, el centro destinaba ayer por la mañana cuatro plantas para esta patología, una más que a finales de la semana pasada.

El mayor problema es que también se vienen produciendo ingresos por el frío propio de estas épocas. Y es que aunque no ha circulado el virus gripal no han faltado las descompensaciones invernales de pacientes mayores y crónicos.

Con todo, la saturación no es exclusiva de la atención especializada. De hecho, desde la Atención Primaria se viven momentos de máxima tensión: atención telefónica, urgencias covid, urgencias no covid, seguimientos, atención a crónicos.

Con fecha del pasado lunes, el Área Sanitaria III acumulaba 5.464 casos de coronavirus, de los que 3.054 se encontraban en Avilés. La mayor parte de esos enfermos son atendidos en Atención Primaria, junto con su carga de trabajo habitual.

Habida cuenta que la carga de trabajo recae en equipos que, antes de la crisis, sufrían carencias por las dificultades para cubrir las vacantes, se entiende que se hable de una situación próxima al colapso en la atención. De ahí que, en las próximas semanas, medidas como la protección individual como el uso de mascarillas en buenas condiciones o el autoconfinamiento son fundamentales para frenar la epidemia.