Inundaciones y destrozos durante el tercer día de temporal

En su tercer día azotada por el temporal de viento y lluvia, la comarca volvió a ser víctima inundaciones en varias arterias y de diversos destrozos, aunque de pequeña consideración y sin que se registrasen daños personales. En el caso del municipio de Avilés, pese a una noche tranquila, la acumulación de hojas, ramas y basura en los sumideros provocó su desbordamiento a la altura de la rotonda de Los Canapés y, sobre todo, en el barrio de Llaranes, donde el agua anegó la rotonda de la plaza Mayor y varios tramos de la calle La Toba. Fue precisa la intervención de los técnicos de Aguas de Avilés para subsanar ambos atascos.

No obstante, fue en Castrillón donde se registraron los sucesos de mayor gravedad. Con todos los ríos del concejo crecidos por las fuertes lluvias, durante la mañana el principal foco de preocupación por inundaciones fue La Peruyera, en la parroquia de Quiloño, aunque el agua no llegó a entrar en las viviendas. Así mismo, se mantuvo la vigilancia sobre el río Raíces.

También en Piedras Blancas y en Salinas se hizo notar ayer la fuerza del temporal. Varias calles de ambas localidades amanecieron sin luz, y en Salinas el viento llegó a derribar la mitad de una farola. En las zonas rurales del concejo, varios árboles cayeron a causa de las ráfagas, y los relámpagos fueron responsables de un buen número de apagones.

Una realidad mucho más tranquila fue la que registraron las autoridades de Illas, donde no se tuvo constancia de percances de importancia. Eso sí, se mantuvo cierto control sobre los ríos, que descendían igualmente crecidos. Los mismo sucedió en el otro concejo de la comarca, Corvera, donde tampoco hubo incidentes de gravedad durante la jornada de ayer.