La primera fase para la recuperación de la muralla medieval de Avilés entra en su recta final
Los 45 metros del paño frontal han quedado descubiertos, mientras que se mantienen los muros adosados en la parte posterior
La primera fase de las obras para recuperar una parte de la muralla medieval de Avilés ha entrado en su recta final. A ... principios de agosto se habrán concluido los trabajos que la han dejado al descubierto tras el derribo de los edificios de la calle que lleva su nombre y la del Muelle, así como los informes arqueológicos sobre el estado del paño de 45 metros que ha aparecido para su restauración. Sin embargo, sólo serán visibles estos restos por la calle La Muralla, en la zona trasera de momento se ha decidido no intervenir dado que podrían caerse las construcciones adosadas y que no estaba previsto demoler.
Tras finalizar las demoliciones entre los números 40 y 48, en los últimos días se han llevado a cabo trabajos de conservación preventiva con los que se ha reforzado y consolidado los vestigios históricos, eliminando gran parte de los elementos contemporáneos del trazado exterior de la muralla, el que ha quedado a la vista.
LOS DATOS
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Estudio arqueológico El Ayuntamiento encargó un estudio arqueológico que permitió determinar en el año 2021 que tras los edificios de las calles La Muralla, El Muelle, Alfolíes y Los Alas se conservaban al menos 115 metros de la muralla medieval.
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Dos ámbitos Se delimitó el ámbito de actuación para la recuperación de la muralla dividiéndola en dos zonas. Una es sobre la que se está actuando de 437 metros cuadrados. La segunda es la que afecta a las calles de Los Alas, Jovellanos, Los Alfolíes y El Muelle de 3.892 metros cuadrados.
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Primera fase Comenzada en marzo, dividida en dos lotes, uno de 311.034 euros para la redacción del proyecto y la demolición de las edificaciones de La Muralla y El Muelle; y el otro, de 100.062, son los servicios de redacción de proyectos y memorias arqueológicas.
Sin embargo, según explicó ayer el concejal de Servicios Urbanos, Pelayo García, los recrecidos de ladrillo hechos en el siglo pasado para elevar los edificios adosados en la zona interior de la muralla no se han podido eliminar. El motivo es que los forjados y techumbres de esas edificaciones descansan sobre ellos y su retirada supondría el derrumbe de esas construcciones.
Así las cosas, se ha optado por aplicar una capa de revestimiento de revoco de mortero de cal, acorde a los requisitos y criterios de la fase de intervención para la conservación en la que se está en este momento.
La retirada de las edificaciones existentes en el interior del solar de La Parra, que actualmente se protegen con un mortero de cal en los tramos que sobresalen por encima de la Muralla, se pospondrá hasta que se desarrolle la siguiente unidad de actuación APE CH1 del Plan Especial de Mejora y Reforma Interior del Casco Histórico, un proceso que, en estos momentos, depende de la iniciativa de los propietarios.
Sólo consolidación
El concejal Pelayo García insistió ayer en explicar la actuación realizada y en dejar claro que de momento la fase en la que se está es sólo de consolidación, no de recuperación de la muralla. En este sentido, apuntó que «una vez realizadas las demoliciones de los edificios y una vez que ya han aparecido los vestigios de la muralla de Avilés nos encontramos en la fase de consolidación y conservación de estos vestigios». Explicó que los edificios de la calle La Muralla estaban adosados a la parte frontal del paramento y se ha intervenido sobre ellos, «pero en la parte trasera existen edificaciones sobre las que no se ha intervenido y todos los elementos que no son la muralla histórica han sido revocados con un mortero de cal siguiendo las pautas arqueológicas marcadas por el equipo de seguimiento de la intervención».
Ante el contraste visual, quiso dejar claro que «ahora mismo nos encontramos en una fase de conservación preventiva que consiste precisamente en el refuerzo y la consolidación de esos vestigios que se han hallado en el entorno de la calle de La Muralla y que suponen unos 45 metros y es donde se están realizando esos trabajos. Todavía no han comenzado los trabajos de recuperación de la muralla».
Según indicó, «de forma paralela a este descubrimiento de los vestigios, un equipo de arqueólogos está haciendo el seguimiento de la obra y planteará cuáles son las intervenciones para dejarlos en las mejores condiciones posibles y una vez que estén conservados procederemos a definir cuál es la intervención».
Ese estudio, que también podría estar finalizado en estas semanas de julio, será el que permita luego la intervención en la recuperación de la muralla, aclaró el concejal.
Además, recordó que de forma paralela ya está en proceso de contratación la redacción del proyecto para construir el centro de interpretación de la muralla, que se ubicará en el número 40 de la calle, que había ocupado la Galería Vorágine, y que se pretende que sea también la puerta a un nuevo paso peatonal que rodeará el ábside de la iglesia de San Antonio de Padua y la capilla de Las Alas.
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