La nueva economía y espacios urbanos de calidad coparán la Isla de la Innovación

Manuel Campa, concejal de Desarrollo Urbano y Económico, explicó que «por su importancia se trata de un proyecto de ciudad. No queremos presentar a la oposición un documento para que puedan hacer las aportaciones, sino empezar todos juntos, aportando las ideas que consideremos que deben desarrollarse en este espacio».

David García, de Cambia Avilés, destacó el valor de «contar con todas las opiniones desde el inicio del proyecto». Desde la oposición municipal, la propuesta del gobierno fue recogida favorablemente. Pablo Emilio Menéndez, concejal del Partido Popular, destacó que era una medida «positiva, así es como debe ser, estar todos juntos desde el inicio del proyecto». Por su parte, Arancha Martínez Riola, portavoz de Vox, reconoció que «se tuviese en cuenta la opinión de todos los grupos», confiando en recibir la documentación por escrito para poder seguir la evolución del proyecto.

La ampliación de La Isla de la Innovación ocupa una superficie de 176 420 metros cuadrados en un polígono irregular situado entre la zona posterior del Centro Cultural Internacional Oscar Niemeyer y las antiguas baterías de cok, una frontera natural entre la ciudad y el Parque Empresarial Principado de Asturias

De ahí surgen las primeras ideas que deberán guiar el contenido de la ampliación. Por una parte, orientarlo hacia la actividad económica, pero pensando más en la nueva economía basada en el conocimiento que en la gran actividad industrial que se desarrolla en el Parque Empresarial Principado de Asturias.

De ahí que se hablase de espacios para investigación, para la relación entre las empresas, para nuevos emprendedores. Todo ello con una idea más próxima a nuevos polígonos industriales con una vocación más urbana que a los espacios industriales puros y duros.

De hecho, en el encuentro se habló de la necesidad de un urbanismo de calidad, con amplias zonas verdes y buenas comunicaciones con la ciudad, tanto con pasarelas, carril bici y mejorando las infraestructuras viales actuales, como puede ser la primera rotonda del Niemeyer.

Pero también se quiso ir más allá y plantear la necesidad de acoger usos hosteleros y residenciales que faciliten la transición entre el PEPA y la ciudad. Los primeros deberían atender a las necesidades de los trabajadores de ese ámbito, pero también ser un atractivo para el ocio.

En el tema de la vivienda se planteó una construcción con un uso temporal, pensada más bien en estancias temporales de estudiantes e investigadores, como una primera forma de acercarles a Avilés y captar población.

Manuel Campa mostró su satisfacción por todas las aportaciones y destacó la oportunidad que tenía la ciudad para generar un espacio para atender a las demandas de las nuevas actividades económicas.

David García destacó la importancia de un desarrollo urbano de calidad y respetuoso con los criterios ambientales más exigentes.

Por su parte, Pablo Emilio Menéndez apuntó retos la transición entre el Centro Cultural Internacional Oscar Niemeyer y el resto del polígono. El edil planteó la necesidad de estudiar cambios en la glorieta elíptica y que regula el acceso al Centro Niemeyer.

Arancha Martínez Riola destacó la importancia de la inclusión de vivienda en la zona para captar población para la ciudad y responder las necesidades de alojamiento temporal que se pueden generar.