Sabores de Plaza en Plaza deja buen sabor de boca en Avilés

El verano también puede saborearse y si no, que se lo digan a los bares de Villalegre, Miranda, Carbayedo, Versalles, Llaranes, La Carriona, El Quirinal y La Luz, que pusieron el broche de oro a la novena edición de Sabores de Plaza en Plaza.

La iniciativa, organizada por el Ayuntamiento de Avilés y la Unión de Comerciantes (UCAYC) concluyó este domingo dejando un buen sabor de boca entre la mayoría de hosteleros que han visto en la novedad de diversificar la cita por los barrios de Avilés un aliciente para que más gente se anime a reunirse en torno a la mesa y disfrutar de tapas a precios populares.

Durante el fin de semana los bares de Avilés han ofrecido todo tipo de propuestas gastronómicas que han ido desde lo más sencillo, que siempre triunfa, hasta la innovación. Eso sí, compartiendo un mismo objetivo: Que vecinos y visitantes conozcan los locales y disfruten.

«Soy Canaria aunque llevo tiempo viviendo aquí y que se hagan estas cosas me encanta. Es lo que más nos gusta y ojalá se hiciera durante todo el año», señalaba Esther Pérez en la terraza del bar Reguero junto a su familia y frente a unas tapas de bravas y oreja.

Marcos Arjona, gerente del bar, destacó que el fin de semana «ha ido muy bien», algo que se ha traducido en mayor presencia de gente en su terraza, y aplaudió la iniciativa de llevar la cita a los barrios. «Aquí nunca había nada porque otros años se hacía todo en un mismo lugar con casetas. De esta manera hay mayor conjunto de bares y tienes opción a que te conozcan», afirmó. Arjona asegura además que este tipo de iniciativas «hace que todo el mundo se implique» y valora implementar la oferta de tapas a lo largo de todo el año.

El aumento en el flujo de clientes también lo notó durante estos días Nani de Sousa, de la Bodeguina El Caño, aunque asegura que «faltó darle un poco más de publicidad al ser diferente al año pasado». Su propuesta para estos días ha consistido en un taco de gambón con guacamole y vinagreta por un lado y un pan bao de cerdo ibérico a baja temperatura, por otro. «Hemos tenido más gente de lo normal estos días», afirmaba sirviendo las tapas diarias mientras se preparaban en la cocina las propuestas especiales.

En el caso del bar Dialva, que el año pasado participó en la cita con una de las casetas, las expectativas no se han cumplido sin embargo. «Sí esperaba más movimiento pero no notamos tanto la diferencia de un día normal», destacó Ángela di María, gerente del bar junto a su hermano Fernando, cuya tapa ha consistido en un «criollito a la portuguesa».

Además de las tapas, el ambiente durante estos días también se ha animado con música en directo.

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