El barrio de Sabugo de Avilés reivindica a sus mujeres en la celebración de Santa Ana

Sanz recordó la vinculación de Santa Ana con la ruta jacobea, señalando que, al ser madre de María Salomé, era la abuela del apóstol Santiago, de ahí la presencia constante de la devoción en las inmediaciones de la ruta jacobea a lo largo de toda la región y también en los templos. La cronista oficial de la villa también citó a la madre del insigne marino avilesino Pedro Menéndez, María Alonso que, tras enviudar, se casó con Juan Menéndez de Sabugo, por lo que «seguramente, sus primeras remadas las dio cerca de Sabugo y aquí nació su vocación marina».

De esa manera, llegó al recuerdo las mujeres de Sabugo, desde Oliva la Parrochera a María la Pinzala, que no dudaba en invitar a merendar a los niños que carecían de alimentos. Una larga serie de mujeres «que marcaron el barrio con su nombre y su trabajo mientras los hombres estaban la mar; algunas eran propietarias de talleres y pequeños comercios y donde unas cuidaban a los hijos de las otras». Las mujeres de Sabugo, reivindicó Sanz, alimentaron las diferentes danzas de la ciudad y construyeron una comunidad.

Pepa Sanz también defendió, contra la que cantan las coplas avilesinas de la Danza Prima, el besugo sabuguero, «pues durante muchos años fue el oro rojo y plata del barrio». Y citó la importancia que tuvo El Nodo para aliviar los problemas de infravivienda que había, además del carácter acogedor de Sabugo cuando, por ejemplo, ayudaron a los arijanos a integrarse en la ciudad. La cronista de la ciudad cerró su intervención con un emotivo recuerdo a las diferentes 'anas' de su familia y animó a todos los avilesinos a disfrutar de la fiesta.

Después de la verbena prevista para esta media noche, Sabugo cerrará las fiestas mañana domingo con la misa a partir de las 12 horas. Tras ella, la plaza del Carbayo acogera un reparto de 'santaninas' y, a la una, un vermú musical con Tere Rojo y Charly. A la misma hora, en la calle Carreño Miranda las notas musicales llegarán de la mano de Fernando Corujo.