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San Roque protege a las mascotas de Avilés un año más
La capilla de Galiana acogió la tradicional bendición a todo tipo de animales, que fue oficiada por última vez por el párroco Alfonso López antes de su traslado
Pompón tiene cerca de cuatro años y de entre todas las mascotas que se aglutinaron en el entorno de la capilla de Galiana, en Avilés, fue la que más miradas acaparó. No es para menos ya que su color blanco y el hecho de que fuera el único conejo en la bendición de San Roque lo hicieron protagonista indiscutible.
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«Normalmente es el único conejo que viene a la bendición. Es una tradición que nos gusta y que debe mantenerse. Además siempre tienen alguna cosita para él», señalaba Natalia Menéndez.
La bendición fue este año el acto central de los festejos de San Roque, patrón de las mascotas y del Carbayedo, algo que se demostró con numerosa afluencia de animales a las puertas de la capilla, especialmente de perros y algún que otro gato.
«Siempre fue algo muy típico. Antes se hacía mercado de ganado y carreras de burros, pero fue desapareciendo y en su lugar para recuperar el significado de lo que era se nos ocurrió la bendición de las mascotas», recuerda Marita Fernández, vicehermana mayor de Jesusín de Galiana, que este año ha delegado parte del trabajo en los más jóvenes de la cofradía, como Pablo Suárez.
La tradición, según señaló Suárez, se ha ido forjando con los años y así lo demostraron Nicolás y Julia Arias que desde los comienzos se acercan hasta la capilla para que San Roque proteja a Titán y Lina. «Es algo muy guapo, es el patrón de los animales y es una forma de celebrarlo», señalaba su familia.
Mari Luz y Nardi, vecinas de la zona, son otro ejemplo del arraigo que tiene esta tradición en el barrio. «Venimos desde que empezó y ahora viene también mi hija con su perro para que tengan buena salud, como las personas. Es algo que pasa de generación en generación», señalaban con el pequeño Blue en brazos, quien se encontró además con un border collie con su mismo nombre.
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«Mi hijo le puso el nombre por el velocirraptor de Jurassic Park porque corre mucho», explicó José Luis Cruz y su mujer Rosario Gómez, asiduos a la cita a la que «nos gusta mucho venir».
En la zona también se dejaron ver un par de gatos. Entre ellos Arthur, que en brazos de Lucía Vallina recibió la bendición impasible pese a la multitud de animales. Junto a él la pequeña Roma repetía por segundo año en el evento con sus dueños Eva Marcos y Lolo. «Venimos para que tenga buena salud y San Roque le de buena suerte y para que nos dure muchísimos años», destacaban.
Pasadas las seis la tarde el párroco Alfonso López salió a las puertas de la capilla para llevar a cabo su última bendición en la que se esmeró porque a ninguna mascota le faltase el agua bendita. Uno a uno fue bendiciendo a los animales a los que «de la misma manera que a San Roque ese perrín le ayudó en sus dificultades, nosotros también debemos estar cerca de ellos».
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López destacó que «todo lo que tienen somos nosotros» por lo que incidió en la importancia de cuidarlos y darles amor ya que «somos los que les enseñamos el cariño y el cuidado» mientras que los animales «nos demuestran cariño, amor y fidelidad y son parte importante de lo que tenemos en nuestra vida».
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