El topógrafo municipal, Javier García, muestra uno de los clavos que conforman la red topográfica. MARIETA

La red donde se traza el mapa de Avilés

En las calles de la ciudad se esconden 750 clavos de bronce que marcan las coordenadas en las que se basa el sistema topográfico local

ALEJANDRO L. JAMBRINA

AVILÉS.

Lunes, 28 de junio 2021, 00:55

Seguramente muchas personas se hayan tropezado alguna vez con unas curiosas chapas metálicas de un llamativo color dorado que se encuentran clavadas en las aceras ... por todo Avilés. Alguno habrá tratado de arrancar una sin éxito para averiguar que son, pero la respuesta solamente la tiene el topógrafo municipal del Ayuntamiento de Avilés, Javier García. «Se trata de unos clavos de bronce que conforman la Red Topográfica Local», explica.

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Pero qué es eso y para qué se utiliza es algo más complejo. «Digamos que la Red Topográfica Local de Avilés es el lienzo sobre el que empezar a dibujar nuestro cuadro. Esos clavos están repartidos estratégicamente por toda la ciudad y señalan unas coordenadas que nos ayudan a los topógrafos a confeccionar un mapa cartográfico de la ciudad», describe el técnico municipal.

Uno de los usos más comunes que se le da a estos clavos es como referencia para instalar encima estaciones de medición que se utilizan para medir distancias o ángulos. Esas medidas se aplican después para ayudar a crear el inventario de parques y jardines, actualizar la documentación catastral y el registro de la propiedad, actuaciones de la Policía Local o todo tipo de obras relacionadas con la red de agua, por ejemplo. «Nos ayudan a crear un mapa tridimensional digital de Avilés con muchos usos».

Curiosamente no solo se utilizan a pie de calle. Esas coordenadas también sirven para crear una especie de mapa fotográfico desde el aire, una técnica de la que existen registros desde la década de los sesenta, «y que en un futuro podría permitirnos crear un mapa histórico de Avilés tal como era entonces».

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El Sistema de Referencia que se utiliza en Avilés para generar estas coordenadas se conoce como ETRS-89, un sistema internacional del que la ciudad fue pionera en aplicarlo en España ya en 2004, cuando el resto de ciudades aún utilizaban un sistema anterior menos preciso. «En aquel momento se vio la necesidad de hacer una cartografía digital municipal de calidad para posibles usos en el Plan General de Ordenación Urbana», recuerda Javier García, que alaba el trabajo de su antecesor, José Ron.

Fue entonces cuando se repartieron por la ciudad los primeros 450 clavos, que desde entonces han ido aumentando exponencialmente y ahora rondan las 750 bases topográficas. «Los últimos que se ha instalado están en Versalles y ha sido a raíz de la reordenación del tráfico del barrio», comenta García.

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Existen tantos clavos para cubrir prácticamente el cien por cien del territorio, incluidas las zonas rurales y todos los barrios del área metropolitana. «Es difícil encontrar un punto de la ciudad desde el cual no se vean al menos dos clavos, esto permite que la red topográfica sea mucho más precisa».

Así que a partir de ahora ya lo saben. Esos clavos dorados sirven para geolocalizar Avilés y crear una especie de mapa tridimensional como el que todos hemos consultado en Google Maps, pero con usos técnicos locales. Por lo cual es una mala idea arrancarlos, «aunque todos los años nos toca sustituir alguno porque lo sacan del suelo a pesar de que están muy bien pegados y perforan unos siete centímetros», lamenta Javier García.

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Como curiosidad, el más desgastado es el que se encuentra en la intersección de las calles La Cámara y Cabruñana, al ser el que lleva más años clavado en las aceras.

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