«'La última bala' recrea el Avilés más oscuro de los 80-90»

Luis María González (Avilés, 1969) presentará hoy en el Aula de Cultura de LA VOZ DE AVILÉS su novela 'La última bala'. Será una presentación muy especial por dos motivos: en primer lugar, porque el autor jugará 'en casa' después de haber promocionado su trabajo en la Semana Negra de Gijón y en el centro cultural Valey y, en segundo lugar, porque el Aula recupera con él la presencialidad. La cita será donde acostumbraba, en el Centro de Servicios Universitarios, a las 19 horas, y estará guiada por la responsable del Aula, Mercedes de Soignie.

Luis María González escribe desde hace once años, pero 'La última bala' es la primera novela que publica. Señala González la dificultad de publicar, de encontrar una editorial que confíe en uno. Tanto es así que, en la comparación de las dos partes del proceso de edición de un libro, él asegura encontrar más fácil el proceso creativo.

Nacido en Avilés y residente desde hace muchos años en Castrillón, donde trabaja para su Ayuntamiento, el autor decidió ambientar este trabajo en el Avilés de la década de los 80 y 90 del siglo pasado. Ese Avilés por el que salía de marcha con sus amigos y en el que se topaba con personas, casi personajes, a los que ha trasladado a las páginas de una novela que más que negra «a mí me gusta decir que es oscura». «Salen personajes de siempre de Avilés o construcciones de esos personajes y eso hace gracia», añade.

González explica que es una historia de segundas oportunidades que recrea el Avilés «más oscuro» a raíz de un hecho muy concreto que no desvela para no destripar la trama. Esta transcurre en 1981 y luego salta a 1992 y recorre plazas como 'la del Dulcinea' (Carlos Lobo), Álvarez Acebal, las naves de Balsera o el paso a nivel de Larrañaga, entre otros lugares «que pateamos todos cuando éramos jóvenes en los años ochenta». «Los bares de la plaza del Dulcinea, que era la zona 'sucia', nos gustaban porque se escuchaba música rock. Había prostitutas y macarras con los que convivías, manteniéndote al margen», describe el autor. .

El hecho de que 'La última bala' haya sido el primero de los libros que ha conseguido publicar lo atribuye a la circunstancia de que, al haber ambientado el argumento en Avilés, a la editorial local Orpheus Ediciones Clandestinas le gustó. «Somos muchos los que escribimos, pero pocas la editoriales que apuestan por publicar», por eso se siente agradecido de la oportunidad que se le brinda ahora.

La de hoy será la tercera acción promocional de 'La última bala', pero a Luis María González le hace especial ilusión porque es la primera en la ciudad en la que se ambienta la novela. La primera fue en el Centro Cultural Valey, en Castrillón, el concejo en el que vive y trabaja, y la segunda fue una firma de libros en la librería La Buena Letra, en el marco de la Semana Negra, en Gijón.

Estos primeros acercamientos le han proporcionado un número significativo de lectores que coinciden en transmitirle que el relato «engancha desde el principio».

A pesar de que ahora está promocionando 'La última bala', Luis María González está inmerso ya en un nuevo trabajo porque «los que nos dedicamos a escribir procuramos hacerlo a diario».

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