El amor de Alfredo y Violeta retorna a Oviedo
'La Traviata' de Verdi se estrena el sábado en el Campoamor y se podrá ver los días 12, 14 y 16 de diciembre con el gijonés Óliver Díaz al frente de Oviedo Filarmonía
Cada día en los teatros del mundo muere más de una Violeta. En las estadísticas de representaciones de ópera, 'La traviata' suele ocupar un ... lugar privilegiado, junto a 'La Bohème', 'Carmen' y 'La Flauta mágica'. En Oviedo, esta ópera de Verdi (1813-1901) está también en el 'top' de las representaciones, acompañada de 'La Bohème', 'Tosca' y 'Lucia'. En las temporadas ovetenses nos encontramos desde 1949 a 'La traviata' con más de veinte funciones, la última en el 2013, cuando se celebró el bicentenario de Verdi. Recuerdo que en la función de 'Los viernes ópera', que entonces se llamaba Ópera Joven, Carmen Romeu en Violeta fue una auténtica revelación.
El próximo sábado, a las siete de la tarde, y los días 12, 14, 15 y 16 de diciembre, la septuagésima sexta Temporada de Ópera de Oviedo representará una nueva coproducción de la Ópera de Oviedo y el Festival Castell de Peralada de esta popular ópera de Verdi. Bajo la dirección escénica y escenográfica de Paco Azorín y la dirección musical de Óliver Díaz al frente de Oviedo Filarmonía y el Coro Titular de la Ópera de Oviedo (Coro Intermezzo) estará interpretada por Ekaterina Bakanova (Violeta), Leonardo Sánchez (Alfredo), Juan Jesús Rodríguez (Giorgio Germont), Anna Gomà (Flora), Jorge Rodríguez-Norton (Gastón), Andrea Jiménez (Annina), José Manuel Díaz, David Oller, Stefano Palatchi, Gaspar Braña, Francisco Sierra, Pablo Joel de Bruine y las niñas Olivia Cadenas y Emma Fernández. En la función fuera de abono del viernes 15 de diciembre, los protagonistas serán Mar Morán (Violeta), Alejandro del Cerro (Alfredo) y Fernando Campero (Giorgio).
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Principales cantantes
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Ekaterina Bakanova (Violeta): A la soprano rusa la habíamos escuchado en el Campoamor, en el papel de la sacerdotisa Leila, de 'Los pescadores de perlas'. El papel de Violeta, para el que Verdi pedía «una donna di prima forza» se va transformando a lo largo de la representación. Requiere una sonoridad firme y segura, coloratura brillante y un lirismo de acusados rasgos dramáticos. En la función del Viernes ópera interpretará este rol Mar Morán.
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Leonardo Sánchez: El tenor mexicano debutará en el Campoamor con el papel de Alfredo Germont, el joven enamorado de Violeta. Papel para tenor lírico, cálido, pero también contenido. El aria 'Un dì felice', y la difícil cabaletta 'Oh, mio rimorso' retratan vocalmente este papel. El viernes 15 este papel será interpretado por Alejandro del Cerro.
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Juan Jesús Rodríguez: El barítono onubense interpreta a Representa a Giorgio Germont, el padre de Alfredo, que se opone por los convencionalismos burgueses a Violeta. Papel transcendental en el segundo acto. Entre sus arias, 'Di Provenza il mar e il sole', estimada por Verdi como la mejor de sus páginas para barítono.
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A tener en cuenta
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Realismo dramático: En 'La Traviata', la música se pliega a la expresión del sentimiento dramático. Las estructuras cerradas del belcantismo, aún persistentes, se difuminan en aras de una mayor naturalidad y realismo teatral.
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Psicología de las voces: Verdi añade a las arias de los personajes una intención emocional y psicológica. Así, la belleza de la escritura vocal no es un proceso para la exhibición y el alarde de la voz, sino para subrayar la expresión y el drama.
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Leitmotiv: Al margen de la estética wagneriana, Verdi utiliza un motivo recurrente y expansivo que simboliza el trasfondo amoroso de la obra. Es la melodía que coincide con las palabras 'Di quell' amor ch'e palpito del universo intero, miserioso', presente ya en la obertura inicial.
Del amor y la muerte
'La Dama de las camelias' es una novela de Alejandro Dumas (hijo), inspirada en una mujer real, María Duplesis (Margarita Gautier) famosa cortesana de la que Alejandro estuvo enamorado. María murió de tuberculosis muy joven, a punto de cumplir los veintitrés años. La novela de Dumas, publicada en 1847 es un homenaje a su amante, y una crítica a las convenciones sociales.
Indudablemente, 'La dama de las camelias' reflejaba para Verdi, sin los colores crudos de la prostitución de lujo, su propio drama vital. Salvando las distancias, el amor del compositor por Giuseppina Strefoni, una mujer con un pasado juvenil turbio y alejado de la moralidad imperante podía ser un trasunto del amor de Armando y Margarita. Verdi y Giuseppina padecieron los sinsabores de una moral burguesa que el compositor calificó como «cargada de prejuicios y sometida al tribunal de los hombres, más cruel que la justicia divina».
Estrenada en Venecia
La historia de Violeta, Margarita o María es la del amor de una cortesana bella, e inteligente, de la que se enamora un joven de la clase alta y al que se opone la sociedad.
Inicialmente, Verdi tituló la ópera 'Del amor y la muerte'. Al final, por cuestiones de censura, se llamó 'La traviata', título que en castellano se traduce como 'La perdida' o, más literalmente, 'La extraviada'. Estrenada en Venecia en 1854, obtuvo un fracaso absoluto. «No sólo la han silbado, escribió Verdi al día siguiente del estreno, sino lo peor es que se han reído... Sin embargo, sobre la ópera no se ha dicho la última palabra». Verdi, seguro del valor de la obra, intuía que 'La traviata' no sólo acabaría imponiéndose, sino que además, cerraba un periodo de la historia de la ópera , abriendo el camino hacia una nueva estética acorde con el realismo literario.
Se ha calificado a 'La traviata' como un drama moral protagonizado por personajes retratados con una gran profundidad psicológica llena de matices. La ópera se organiza en tres actos y cuatro escenas contrastantes. El primer acto y la segunda escena del segundo acto recrean una atmósfera mundana y festiva; el primer cuadro del segundo acto y el tercer acto, se desenvuelven en un ambiente íntimo y recogido. Esta dualidad entre lo mundano y lo intimista se refleja también en la voz de Violeta. Soprano de coloratura, ágil y brillante en el primer acto, por ejemplo, en la caballeta 'Sempre libera', y soprano dramática, 'spinta', en el 'Addio del passato'. El simbolismo dramático musical envuelve a todos los protagonistas, y muy especialmente a Giorgio Germont. El aria más hermosa de barítono escrita por Verdi, 'Di Provenza il mar' es como una mirada hacia el pasado, tanto por su escritura tradicional, como porque también retrasa la acción del drama, como queriendo regresar atrás, a ese pasado idílico.
Esta vuelta atrás, como un 'flash back', la encontramos en el Preludio inicial, genial síntesis de una ópera en la que las estructuras escénicas del belcantismo se abren como queriendo expansionarse y en la que ideas melódicas recurrentes van hilando y dando el tono emocional a un drama que habla del amor, de la muerte y de la redención.
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