Los genios del arte pasan el verano en Gijón

Su denuncia contrasta con los grandes formatos que utiliza Francisco Ferreras. De él se pueden ver varias piezas en esta exhibición y todas comparten el uso de la madera. A su vez, Luis Feito se presenta en la sala de la calle Capua –si es que acaso necesita presentación– con sus estallidos abstractos, en los que el rojo siempre predomina y domina el lienzo.

Esa es su seña de identidad y la de Juan Genovés son esas multitudes, que se repiten en cualquier escenario. Su manera de mirar el mundo desde las alturas se codea con los rotuladores, las acuarelas y los lápices que dibujan los universos de Luis Gordillo. Son lugares que necesitan tiempo de contemplación como los de Alejandro Mieres y los de Manolo Millares que, en esta ocasión, aparece en Gijón con su 'Torquemada' de arpillera negra que, si se mira fijamente, casi asusta. No produce miedo, sin embargo, Joan Miró con su mundo onírico ni lo hacen los gijoneses Orlando Pelayo y Antonio Suárez, con sus óleos firmados en 1965 y 1962, respectivamente. Son dos piezas en las que reina la oscuridad, que se mantiene en 'Crucifixión', de Antonio Saura, en la que se retrata la crudeza de la condición humana.

La excelencia de este pintor se mantiene en 'Forma blanca', de Antoni Tàpies, y en 'Cabeza', de Rafael Canogar. Esta última obra es una escultura de bronce patinado en negro, en la que reina la abstracción habitual en el que fuera miembro del grupo El Paso. Lo mismo ocurre en 'Germinal' y 'Construcciones', de Amadeo Gabino, en las que predomina el hierro.

De ese mismo material echa mano el gijonés Joaquín Rubio Camín en 'Paisaje' y en 'Nalón', una pieza en la que este metal convive con la madera, dando lugar a una composición espectacular. Llama la atención con la misma fuerza con la que lo hace el 'Clavileño' de bronce, de José Luis Sánchez.

Todos estos nombres componen, en palabras de la directora de la sala, Aurora Vigil-Escalera, «una selección digna tanto del coleccionista más riguroso como de aquel que busque iniciar su camino en el arte de las vanguardias». En esta exposición hay pasado, presente y un futuro brillante porque estas firmas seguirán ocupando un lugar privilegiado en el arte, por mucho que los años pasen y que irrumpan nuevas técnicas y formatos en la escultura y los trazos.