Un museo en busca de su nuevo espacio

Celebra los 50 un poco estrangulado de espacio. Lo dice Francisco Crabiffosse, un experto en arte que ha visto crecer sus colecciones y cómo se ... estudiaban y trataban de forma rigurosa. Dice más, dice incluso que ya nació con poco espacio el Museo Casa Natal de Jovellanos, que tiene su horizonte enfocado en dos puntos: por una parte, el futuro equipamiento de Tabacalera que le permitirá almacenar esas colecciones de artes plásticas e industriales y mostrarlas con más aire y luz, y darle a la casona un mayor empaque jovellanista. Esa doble vertiente de casa natal y museo de Gijón es una particularidad que le ha acompañado en esos cincuenta años de vida, pero los caminos están llamados a bifurcarse. Decía Miguel Barrero, director de la Fundación Municipal de Cultura, que muchos visitantes que acuden en busca de Jovellanos al museo encuentran menos de lo esperado. Y apuntaba también a la posibilidad de que el Instituto Feijoo del siglo XVIII, adscrito a la Universidad de Oviedo y con sede en el campus del Milán, se instalara allí. Se retomaría así una idea ya planteada en el año 2007. Decía su entonces director, Álvaro Ruiz de la Peña, que ese lugar era el espacio natural para una institución que mira al pasado contemporáneo del ilustrado. Aquella propuesta quedó en el olvido y embarrada en guerras localistas, pero dos años años más tarde ya se habló de convertir la casona en un centro de estudios jovellanistas. Hacia ahí parece apuntar un porvenir del que el presidente del Foro Jovellanos, Ignacio García-Arango Cienfuegos-Jovellanos, no quiere hablar hasta que sea un planteamiento sólido y firme: «La Casa Natal ha hecho una labor excelente para la cultura de la región y es un escenario brillantísimo para los actos que allí se han celebrado, han sido 50 años de éxito. Si lo quieren dedicar a Jovellanos me parecerá estupendo, pero no puedo opinar sobre lo que desconozco».