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Fotograma de la película documental estrenada en el Museo del Ferrocarril. Museo del Ferrocarril
Museo del Ferrocarril

Historias de oro, plata, raíles y cine

El Museo del Ferrocarril estrenó una película realizada en 1963 antes de que el plano inclinado del Ferrocarril de Langreo echara el cierre 110 años después de su apertura y presenta una singular maqueta en joyería

M. F. Antuña

Gijón

Viernes, 18 de julio 2025, 07:44

Hay en el Museo del Ferrocarril de Gijón una maqueta ferroviaria con una locomotora de un tamaño y vagón minúsculos hechos en oro y ... un túnel de plata. Es una joya, en el sentido estricto, firmada por el joyero ovetense Pedro Álvarez, por la que en 1963 se pagaron nada menos que 13.00 pesetas. Se conserva la factura que quienes la encargaron para agradecer los buenos sueldos recibidos por hacer realidad una obra imposible, o casi imposible, la construcción del túnel de la Florida, que permitiría en 1963 clausurar el plano inclinado del Ferrocarril de Langreo 110 años después de su puesta en marcha.

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Precisamente sobre aquella insólita infraestructura hecha para transportar carbón desde la Cuenca hacia el puerto de Gijón se acaba de presentar una película en kodachrome de 12 milímetros que permite ver la estampa de la inmensa rampa de 900 metros con un 12% de desnivel por la que circulaban trenes de pasajeros y mercancías tirados por un cable y sostenidos por una máquina que ejercía de freno cuando se iba hacia abajo. Es una película de 1963, el año en que dejó operar al abrirse el túnel, inédita y que ahora ha sido digitalizada. 'Plano inclinado' se titula el documental que firman J. Alfonso Oliva y Elías J. Uría y que dura unos 25 minutos.

Justo fue hace 175 años cuando se inició la obra de ese plano inquinado, una suerte de funicular que se hizo para superar la subida entre La Florida y San Pedro, en el valle de Ruedes, entre Noreña y Gijón. «Ya se supo entonces que era un error gravísimo, pero hasta 1963 no se sustituyó», cuenta Javier Fernández, director del Museo del Ferrocarril.

Maqueta ferroviaria con el túnel en plata y la locomotora y el vagón en oro.

Fue Carlos Roa quien decidió en 1956 eliminar el plano inclinado y hacer un túnel, que generó también muchos trastornos, con múltiples hundimientos y abandono de la empresa adjudicataria. «De una manera un poco peculiar acabó contratando a unos mineros de Duro Felguera liderados por Severino Canteli que acabaron de construir el túnel». Cuatro kilómetros tiene ese túnel que aún hoy sigue viendo pasar a los trenes de Renfe y que les tuvo año y medio sin parar.

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En el cuaderno se describe la gran dureza del trabajo que realizaron media docena de obreros para la construcción del túnel durante año y medio.

El tren de oro y plata, la película y el túnel son tres historias cruzadas que convergen ahora en el Museo del Ferrocarril, que atesora esa joya ferroviaria que prevén exponer en algún momento no muy lejano, puede que cuando la nueva museografía del espacio empiece a tomar forma. Lo hacen porque se narra con ella una historia muy particular. Se guarda no solo la factura que aquellos obreros pagaron al joyero, se conserva también toda la documentación de la que fue una obra monumental que supuso un trabajo bestial y un salarios espectaculares, hasta 120.000 pesetas por persona por la faena dos meses, que era una barbaridad en 1960. Hasta un piso en Gijón recibió uno de los obreros.

Otra las imágenes del documental que ayer se estrenó en Gijón. Museo del Ferrocarril

Aquella decena de obreros realizaron jornadas infernales que llegaron a alcanzar las 36 horas sin parar de las que queda constancia escrita sin la ortografía como aliada a través del cuaderno de trabajo de uno de ellos. Hasta una cama tenían en el túnel a la que acudían a dormir en turnos de tres horas para continuar el tajo. «A mí y a mis compañeros no nos caían gotas de sudor, nos caían gotas de sangre», está manuscrito sobra una hoja cuadriculada. «Nos entraban el agua y les rates por la cabeza y nos salían por los pies, no podíamos ni comer porque nos hacía daño con aquellas mojaduras», ha quedado escrito.

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Los obreros, en el túnel de la Florida. Museo del Ferrocarril

Con ellos se acabaron por fin las obras de aquel túnel que permitió cerrar el plano inclinado del que ya no quedan vestigios, pero sí la película de 25 minutos que ayer se estrenó ayer y será puesta a disposición de quien quiera verla en Youtube. En color, sin ninguna narración verbal, es un viaje al pasado que impacta. El vértigo de esa rampa se asoma a la pantalla.

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