Jing Chiu Chong Cheung, de la Agencia Española de Medicamentos: «El tráfico de medicamentos ilegales ha crecido»
Jing Chiu Chong Cheung, responsable de unidad del Laboratorio de Productos Ilegales de la Agencia Española de Medicamentos, explicó su trabajo en el Aula de Cultura de LA VOZ DE AVILÉS
Internet primero, y las redes sociales después, marcaron un antes y un después a todos los niveles y en todos los ámbitos. También en el de los medicamentos ilegales, cuyo tráfico ha aumentado en los últimos seis años. Fue una de las reflexiones realizadas por Jing Chiu Chong Cheung, químico asturiano responsable de unidad del Laboratorio de Productos Ilegales de la Agencia Española de Medicamentos, en el Aula de Cultura de LA VOZ DE AVILÉS que coordina Mercedes de Soignie.
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En esta ocasión, el protagonismo fue total para el gijonés de ascendencia china, quien apoyado por un power point ofreció una clase maestra a los presentes explicando su trabajo y desvelando curiosidades, siempre poniendo ejemplos para facilitar la comprensión.
Tras estudiar la carrera y un máster en Universidad de Oviedo, comenzó a trabajar en una empresa asturiana fabricando cosméticos. Su vida cambió en 2018, cuando entró en la Agencia Española de Medicamentos a través de unas becas, donde vela porque los medicamentos que circulan por España sean seguros y legales, algo que no es sencillo. «Cada vez nos lo ponen mas difícil. Por internet el tráfico es más sencillo y al final, al tratarse de medicamentos, las penas son menores que si fuesen sustancias estupefacientes, mientras que los beneficios son similares, por lo que a los traficantes les sale rentable el negocio».
«Anabolizantes, medicamentos para la disfunción eréctil y adelgazantes son los que más se suelen incautar»
Uno de los ejemplos que puso fue el caso de un grupo de jubilados de Andalucía, que «empezaron comprando unas pastillas en la India a diez céntimos que vendían en España en las fiestas a diez o veinte euros y acabaron trayendo camiones. Cuando los detuvieron, encontraron en el zócalo de una de sus casas cinco millones de euros...», recuerda Jing Chiu Chong Cheung.
Se trataba de medicamentos para la disfunción eréctil –muy utilizados por los jóvenes para paliar los efectos del alcohol y las drogas de fiesta–, de los más incautados junto a «anabolizantes y productos adelgazantes». Fundamentalmente hay dos tipos, unos en teoría de buena calidad pero que no son legales porque se venden en otros países pero en España no están permitidos; y otros que directamente se fabrican en garajes clandestinos y que pueden multiplicar los efectos secundarios de las personas que los adquieren o también ser una estafa y «tratarse simplemente de lactosa o azúcar. Como los efectos tardan en aparecer la gente no se da cuenta y sigue comprando».
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Cooperación
Las soluciones son complejas, aunque existen mecanismos de cooperación internacional con la intención de «reforzar las capacidades de los sistemas regulatorios, distribución y control de calidad, promover el intercambio de experiencias o lecciones aprendidas entre los estados miembros», así como «desarrollar mejores prácticas en el área de prevención, tecnologías de detección y vigilancia», concluye.
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