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El recital de anoche en el Auditorio estuvo dirigido por Isabel Rubio. FOTOS: JOSÉ VALLINA

Una brillante y aplaudida gala de aniversario

La Castaglia celebró sus 20 años con Oviedo Filarmonía y Alejandro Roy, Olena Sloia, Vanessa del Riego y María Heres, dirigidos por Isabel Rubio

RAMÓN AVELLO

OVIEDO.

Domingo, 27 de marzo 2022, 01:46

El coro y cuadro lírico La Castaglia, fundado en 1873 por Víctor Sanz, fue la primera sociedad coral nacida en Oviedo. Hace veinte años, ... la profesora y cantante Begoña García-Tamargo retomó este nombre para iniciar un particular proyecto en aras de la música vocal y de cámara, y la promoción de jóvenes intérpretes asturianos, especialmente en el campo de la lírica. Ayer, el Auditorio Príncipe Felipe se vistió de gala para celebrar, junto con Oviedo Filarmonía bajo la dirección de Isabel Rubio, los veinte años de una meritoria labor musical. La peculiar gala contó con el tenor gijonés Alejandro Roy, las sopranos Olena Sloia y Vanessa del Riego, y la mezzo María Heres. Y para refrendar la singularidad del acto, los compositores asturianos Gabriel Ordás y Guillermo Martínez estrenaron la 'Obertura Homenaje a La Castaglia' (Ordás) y 'Corona de azahar' (Martínez). El público llenó el aforo del Auditorio y aplaudió constantemente las intervenciones de los cantantes. Al final del acto, Begoña García-Tamargo agradeció a las personas y entidades que hicieron posible el recital y, especialmente, a la cantante ucraniana Olena Sloia, «por poder estar con nosotros en un momento difícil para su país». La directora de La Castaglia también adelantó que la entidad dará un nuevo paso para ser una sociedad educativa y musical de referencia.

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La primera parte del concierto estuvo dedicada a la ópera y la segunda, a la zarzuela. Comenzó con el estreno de Ordás, 'Obertura Homenaje a La Castaglia'. La obra, estructurada en dos secciones, comienza de una manera muy plástica a un tiempo lento, con sonidos pregrabados que sugieren la lluvia y pequeños floreos melódicos de cierta raigambre asturiana. La segunda sección, más rítmica, recuerda a la vitalidad de las obras de Copland. La obra termina en una coda grandiosa protagonizada por los trombones.

El segundo estreno, 'Corona de azahar', de Guillermo Martínez, es un intermedio de color andaluz, en un estilo que recuerda la 'Danza Española No1' de 'La vida breve' de Falla. Nacionalismo español, un folclore imaginario con un ritmo que recuerda a la farruca y un esmerado color tímbrico, con castañuelas y palmas.

Entre los cantantes, la pixueta María Heres es una mezzosoprano de grandes facultades vocales, tesitura muy amplia con unos graves metálicos, potencia y expresión. Debería mejorar un poco la vocalización. Su aria 'O mio Fernando' y la romanza 'Qué te importa que no venga' fueron las partes más aplaudidas. Olena Sloia es una soprano de agudos prodigiosos y muy versátiles. La avilesina Vanessa del Riego estuvo expresiva en el aria final de 'Madama Butterfly'. Y Alejandro Roy levantó literalmente el teatro con la romanza 'No puede ser' y el aria 'E Lucevan le stelle', de Tosca.

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