Entre historias olvidadas, silenciadas y encontradas

Historias olvidadas, silenciadas, o al menos no lo suficientemente recordadas. De eso hablan algunos de los libros que llegan a la Semana Negra, con mucha historia bajo el brazo: de la guerrilla asturiana a los años finales del franquismo y de ahí a la resistencia francesa y el papel crucial que jugaron en ella los republicanos españoles.

En la aventura de la guerrilla astur leonesa y del frustado atentado para matar a Franco en Ponferrada en 1949 se adentra Alejandro M. Gallo en 'Franco debe morir', novela histórica basada en una búsqueda intensa y prolongada en el tiempo de documentación y también de los testimonios orales de los últimos guerrilleros que aún tenían memoria para contarlo. Relata el comisario jefe de la Policía Local de Gijón cómo en 1948, a partir de la orden de Indalecio Prieto, la mayor parte de los guerilleros son evacuados en barco, pero algunos deciden quedarse y resistir, deciden en cierta forma morir, porque sabían que era su destino. Un grupo idea un atentado con el objetivo de matar a Franco. No es hacer 'spoiler' decir que no lo consiguieron, que no salió bien, que subestimaron el blindaje del Mercedes que Hitler le había regalado al dictador espanol.

Sobre todo ese historión habla un libro que ayer presentó en la Semana Negra Juan Madrid entre elogios, porque además es también un ejercicio de compromiso con la historia, con poner luz sobre esos relatos nunca contados, como todo lo que tiene que ver con los guerrilleros, no solo los de Asturias y León, sino también de otras zonas como Granada, Teruel o Cataluña.

Prolijo e infatigable, Alejandro M. Gallo lleva ya años empeñado en poner luz sobre ese tiempo, porque además el siglo XX, «uno de los más criminales de la historia, con la I y la II Guerra Mundial, los nazis y los campos de exterminio», está necesitado de nuevos relatos. Él tiene ya otros en mente, aunque parece que irán un siglo más allá. No quiere dar pistas, pero el título parece revelador. O no: 'Vallekas: 2084'.

En España vivió y ejerció con maestría el periodismo y la buena literatura Manuel Vázquez Montalbán. Él fue uno de los pioneros de la Semana Negra y ayer se le recordó a partir de la edición de un volumen con artículos inéditos rescatados de los archivos del Partido Comunista de España. José Manuel Martín Medem, director de 'Mundo Obrero', se ha encargado de introducir un volumen con prólogo de Rosa Regás que lleva por título 'Cambiar la vida, cambiar la historia, textos clandestinos o no tanto)'. Son artículos escritos entre 1976 y 1979 y que se ilustraban con el trabajo del dibujante El Zurdo/Esquerrà (Juste de Nin), que no pudo ver el volumen editado puesto que falleció durante el confinamiento. En estos textos, relató Martín Medem, se ve a ese Montalbán de siempre, comprometido y preocupado por el mundo que le rodea. Publicados en 'Mundo Obrero', son pura crónica periodística sin espacio para lo panfletario y no resulta extraño leerlos hoy. «Aparecen temas que siguen sin resolver, es material periodístico que aún tiene vigencia ahora», revela este gran conocedor de la figura del barcelonés. Ejemplos: «Todos los temas relacionados con la mujer, que en aquella época eran inéditos, y el tema general de cómo viven los más jodidos, los más vulnerables».

Cierto es que si bien esos artículos de Montalbán estaban en el olvido, la figura del catalán siempre está presente en España. Pero no pasa lo mismo ni en España ni en Francia con el papel que jugaron en el vecino país los más de 500.000 republicanos españoles exiliados al finalizar la guerra civil. A ellos ha enfocado todos sus esfuerzos desde 1998 Evelyn Mesquida, que ya dedicó un primer libro a La Nueve, la compañía de españoles que liberó París durante la II Guerra Mundial y que ya ha sido reconocida por el propio Ejecutivo francés y la Alcaldía de París, que les ha dedicado un jardín aledaño a su edificio. Pero es que hay más. Los españoles, revela Mesquida, jugaron un papel absolutamente clave y todavía no reparado en la resistencia francesa. Habían llegado de la guerra española, sabían lo que era combatir y lo hicieron. Primero trabajaron en fábricas donde ejecutaron los trabajos más duros, después comenzaron a luchar para expulsar a los alemanes. En la portada del libro, María, una de las españolas que participó en la liberación de Ruan. Ella llegó antes que los canadienses y protagonizó una aventura que podría dar para otro libro. Aparece también en el volumen una imagen de un grupo de españoles en el combate de la Madeleine, y en ella está el asturiano Cristino García.

¿Y por qué ese olvido? Evelyn Mesquida lo tiene claro: «Los franceses no han querido decirlo, los olvidan porque la historia francesa siempre ha dicho que Francia había sido un país resistente contra los alemames y no lo había sido tanto». Cuando acabó la guerra se buscó la unión y se dejó en segundo plano el papel de los otros en el final de la contienda, y con el paso del tiempo nadie se preocupó de aclararlo, de contar la verdad. Si los héroes de la Nueve ya han sido en cierta forma honrados, ahora se busca ese mismo reconocimiento para la resistencia de españoles en Francia. El libro de Mesquida, titulado 'Y ahora, volver a vuestras casas', es un paso más en ese camino para conseguirlo.