Fernando León de Aranoa - Cineasta

«En Sabina están muy cerca lo que es él y lo que expresan sus canciones»

–Presentará su filme en el recinto del antiguo astillero que inspiró su película 'Los lunes al sol'.

–Sé que Sabina es muy querido en Gijón y para mí tiene algo de poético volver al mismo espacio donde hace veinte años me documentaba para escribir esa película. La gente del Naval y la ciudad alimentaron 'Los lunes al sol', eso va hacer que sea muy emocionante.

–En este caso no precisaba documentarse sobre un protagonista al que conoce bien. ¿Cómo afrontó el reto?

–Es cierto que siempre partes con una intención de lo que quieres contar y lo que yo tenía claro es que me interesaba lo relacionado con la creatividad de Sabina, lo que le mueve o teme, su manera de estar en el mundo. Igual de claro tenía que no quería un filme biográfico ni testimonial con gente hablando de él. Documentar algo implica estar pegado a ello, pasar mucho tiempo con alguien y van a suceder muchas cosas: buenas, alegres, también complicadas o dramáticas, como se refleja aquí.

–Joaquín Sabina lo definió como «un trozo de la vida de un cantante».

–Lo resumió muy bien. Al final es un relato que explica quién es Joaquín Sabina en estos últimos trece años de carrera y expresado desde lo que a mí más me interesa, que es su arte y su personalidad, que están muy vinculados. Una de las cosas maravillosas que tiene es que está muy cerca lo que él es de lo que expresa en sus canciones. Es su mayor honestidad y por eso su música conecta con la gente.

–Públicamente ha cultivado una imagen para sus fans tan potente como su música. ¿Qué hay detrás de la máscara?

–Según mi percepción es que en su caso hay muy poca máscara. Es un tipo extraordinariamente directo y sincero. En las conversaciones que hemos mantenido y que aparecen en el documental, nunca he tenido la sensación de que haya un instante en que esté actuando o hable para quedar bien o porque es lo que se espera de él. Nunca lo hace y eso es oro tanto para la vida como para una película, no hay ni un momento de impostura cuando está ante la cámara, dice lo que le pasa por la cabeza.

–Aludía a momentos complicados como los que ha vivido estos años Sabina. ¿Cómo ha reaccionado al verlos en el documental?

–Cuando se le mostré se reconoció, me lo expresó de manera muy directa. Al dar forma al relato he querido representar al Joaquín que conozco desde hace veinte años, su sentido del humor, su irreverencia, cómo huye de cualquier forma de solemnidad, eso lo detesta. Si hubiese hecho un documental hagiográfico no le habría interesado nada, prefiere verse a con sus aciertos, defectos, excesos. Es algo en lo que estuvimos de acuerdo desde el principio y por eso creo que se ha sentido cómodo.

–Cuando la presentaron, Sabina hizo unas declaraciones que no sentaron bien a sus fans más de izquierda ¿Se ha vuelto conservador?

–Creo que más allá de las declaraciones que uno haga, la visión del mundo de un artista está en su obra y la ideología, que es una reducción de esa visión, se refleja ahí. Al menos es lo que yo intento en mis películas, expresarme a través de ellas. En el caso de Joaquín son sus canciones, luego en una entrevista o firmando un manifiesto uno puede expresar algo puntualmente, un apoyo o un desencanto ante determinados movimientos o cosas en las que cree. Me pareció una polémica absurda.

–En su anterior incursión documental retrataba el nacimiento de Podemos ¿se imaginaba el desenlace que vive hoy?

–Ese trabajo pretendia reflejar el proceso fundacional de ese movimiento y el final estaba planteado con su entrada en el congreso. Quería documentar ese momento que tenia mucho de gesta, con bastante viento en contra. Es verdad que en los últimos meses de rodaje se podían percibir diferencias internas, creo que estaba en su adn como movimiento de aluvión de fuerzas con distintas visiones, eso hizo que se fragmentara con la misma facilidad. Supongo que todo eso ha hecho posible hoy Sumar.

–Comenzaba hablando de 'Los Lunes al sol'. En 'El buen patrón' hay una visión crítica de cómo ha cambiado la conciencia de clase.

–Sí, 'El buen patron' fue un intento de regresar a los mismos temas veinte años después y con una mirada distinta, de sátira. Esa conciencia de clase sobre la que tanto aprendí con la gente de Naval Gijón ya no existe y por eso muchos derechos laborales se han perdido. Es el reverso tenebroso de 'Los lunes al sol'.

–¿Le preocupa el auge de la extrema derecha?

–Mi trabajo de resistencia está en el cine, pero vivimos un momento muy complicado en el que se estan censurando conciertos, obras de teatro, hay sensacion de que hay una involución fuerte en muchos aspectos. Y me alarma lo que está sucediendo en la frontera sur de Europa. Lo que me parece más terrible es la pasividad que hay en la opinión pública ante cosas que no deberían estar sucediendo.