María Adanez: «Mientras haya guerra, seguirá representándose esta función»
Llega mañana al Teatro Jovellanos con 'Ay Carmela', dirigida por Juan Carlos Plaza y con Joaquín Notario como compañero de escena
María Adánez (Madrid, 1976) llega este sábado a las tablas del Teatro Jovellanos con 'Ay Carmela' en una función dirigida por José Carlos Plaza y ... en la que comparte protagonismo con Joaquín Notario. Será la penúltima de una exitosa gira que arrancó con Pepón Nieto y que, además del magnífico resultado artístico de esta puesta en escena, muestra la vigencia de la obra escrita por José Sanchís Sinisterra sobre nuestra propia memoria histórica y el papel de los artistas en cualquier tiempo o lugar.
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-Esta obra es ya un clásico contemporáneo y una de las más representadas por todo tipo de compañías.
-Lo es, sin duda, y se representa mucho porque es muy barata de hacer: con una gramola y un espacio vacío ya tienes la función. Hablando sobre ello con mi compañero Joaquín Notario él me decía: «Es una joya, hay pocas en el teatro español con dos protagonistas tan buenos». El propio autor, Sanchís Sinisterra, me contaba que 'desgraciadamente' era la obra que más le seguían solicitando en Europa «y me la piden como 'la función de los muertos'». Es así y habrá que seguir representándola mientras haya guerras.
-Estós son unos muertos muy vivos ¿no?
-Como los de cualquier guerra. 'Ay Carmela' nos ayuda a recordar nuestros errores para que no volvamos a cometerlos. Es una llamada a ello.
-¿Y en cuanto al reto artístico de meterse en Carmela y con un director como Juan Carlos Plaza?
-Es un personaje que siempre he querido interpretar y sabía que dirigiéndola Plaza no se iba a dejar puntada sin hilo. Estábamos muy cerca además en lo que queríamos sobre esta mujer que es una gran vividora, que le gusta reír, cantar, hacer el amor. Sobre mi trabajo, el mayor elogio me lo hizo la actriz Anita Fernández: «Es la Carmela más madre de todas las Carmelas». Y es que los personajes te llegan a veces en momentos donde ellos te leen a ti y te exigen que pongas voz, cuerpo, alma, en mi caso con mi reciente maternidad. Es la gran herida de Carmela, toda la función está diciendo: «¡Pobres chicos, pobres hijos!». Es mi aportación a un personaje que han hecho con su propio sello grandes actrices como Verónica Forqué -que hablando de madres, fue la mía en una época complicada y a la que echo mucho de menos-, Kiti Manver o Carmen Maura en el cine.
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-¿Cómo ha sido compartir escena primero con Pepón Nieto y ahora con Joaquín Notario?
-Son dos actores muy distintos a la hora de trabajar. Con Notario soy muy feliz en el escenario. Pepón nos dijo que iba a estar un tiempo limitado y yo tenía clarísimo que después fuese Joaquín, un gran actor, un poeta, alguien con máxima sensibilidad. En Gijón lo vais a poder ver.
-Además de la memoria histórica, la obra aborda el terreno peligroso en el que trabajan los artistas, expuestos siempre a ser juzgados, incluso por sus ideas.
-Para ser actor tienes que ser de una pasta determinada no solo ante cada trabajo, sino para enfrentarte a una profesión que es muy inestable y donde estás continuamente examinándote, no solo ante la sociedad ante la propia profesión. Esa fragilidad en la que están Carmela y Paulino es verdad que responde a un contexto, el de la guerra civil, han sido detenidos y obligados a hacer una gala para los militares fascistas con su repertorio tergiversado, pero es la de un oficio donde nunca tienes un suelo firme. En cuanto a las ideologías, cada persona tenemos la nuestra, pero yo estoy muy a regañadientes con esto, creo que la cultura debería estar fuera de las fauces de la política. Hay una frase que le dice Paulino a Carmela: «¿A ti qué más te da la tricolor o los calzoncillos de Alfonso XIII? Nosotros somos artistas y hacemos nuestro trabajo».
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-¿Y en cuanto a lo que hacen fuera de las tablas? Le pongo el caso de la polémica generada sobre la actriz Itziar Nuño.
-Como le apuntaba, los actores también tenemos nuestra ideología, hay que decidir muy bien si quieres ejercerla de forma privada o que eso trascienda y convertirte en un militante político. Son decisiones muy personales, pero evidentemente todo tiene su repercusión para bien o para mal. Y todo está politizado. Es difícil escapar de la política aunque uno quiera.
-Después de 'Ay Carmela', ¿tiene algún proyecto en marcha?
-Tengo uno muy bonito con un testo de Ernesto Caballero: 'La gramática'. Será estreno absoluto. La protagonista trabaja como limpiadora en la Academia de la Lengua, es una mujer muy ilustrada, una especie de Pigmalión al revés. Otro dúo, en este caso con Oriol Tarrasón.
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