«Geometría sensible, abierta a la emotividad»

Se trata de una «retrospectiva de una época», la más reciente de su trayectoria, que recoge un total de cuarenta y cuatro pinturas que demuestran la evolución de un artista que define su obra como «luminosa, de una geometría sensible y racionalista, pero abierta a la emotividad».

Su trabajo, más vinculado en un inicio a la abstracción informalista, ha evolucionado hacia las formas pictóricas de conectar con una emoción que va más allá de un uso impecable de la geometría y el color. «Hay proporción y orden, pero se involucra también el factor humano, emocional», continúa. Y de ahí el título de esta exposición, 'Jardín del corazón', que alude a la parte más expresiva de la pintura, esa que sirve para comunicar al espectador sensaciones que trascienden la pulsión estética y visual. 'El jardín' es un tema recurrente para el ovetense, que en 2018 mostró su trabajo, precisamente bajo ese título, en el Museo de Bellas Artes de Asturias.

Hasta el 25 de mayo los lienzos de Victorero iluminarán las paredes de esta emblemática sala. Se trata de todo un logro para un creador asturiano, ya que este espacio institucional suele estar reservado para el trabajo de artistas leoneses. «Es una de las salas más emblemáticas», confiesa el artista que, aunque también presenta algunos trabajos de menor tamaño, ha querido aprovechar las grandes dimensiones de este espacio de más de 500 metros cuadrados para desplegar obras, en su mayoría, de gran formato.

Aunque asturiano de nacimiento, el artista reside desde hace unos años en una pequeña localidad leonesa, lo que le ha permitido abrirse un hueco en la creación local. «Me trasladé a un estudio y participo de la vida leonesa, así que se me abrió una puerta», explica.

Alguna de las series más antiguas que se podrán ver, como 'Casa para Nano' (2011-2013) o 'El sueño del jardinero' (2015-2016), se dan cita junto a 'Llama de amor viva' (2021-2023) o 'Vanitas' (2023), generando un diálogo entre sus propias etapas creativas del que se deduce una profunda evolución hacia la madurez pictórica.

No en vano, la trayectoria de Victorero cuenta con reconocimientos como el premio que otorga la Junta General del Principado de Asturias, que recibió en 2004, o el otorgado en el Certamen Nacional de Pintura Contemporánea Casimiro Baragaña, del que resultó ganador en 2015.

Una exposición que se presenta como la cita imprescindible para celebrar a una figura consolidada del arte asturiano más reciente y una carrera dedicada a la pintura en su máxima expresión.