Los museos asturianos reabren con timidez

Los museos asturianos abrieron hoy, por fin, sus puertas después de permanecer más de un mes con el cierre echado. Sus trabajadores sentían esta mañana la alegría de poder reanudar la marcha para demostrar, otra vez y hasta el hartazgo, que la cultura es segura. Aún a medio gas, las salas esperaban con las luces encendidas a que se fueran animando a recorrerlas los primeros visitantes, después de este segundo gran parón.

En el Nicanor Piñole, en Gijón, sus profesionales estaban «expectantes» por saber qué iría ocurriendo. «Estamos viviendo en una incertidumbre permanente», reconocían. Aunque eso no merma sus ganas de volver a la carga y recibir a quienes quisieran disfrutar entre sus obras. «Estamos intentando volver a una cierta normalidad para dar una imagen de seguridad como institución pública», aseguraban.

Para conseguirlo, la mañana transcurrió entre llamadas a todos los que se quedaron sin poder participar en las actividades programadas durante este tiempo de cerrojazo. «Vamos a retomar nuestro calendario y estamos avisando para que puedan venir», explicaban.

La tranquilidad de esta pinacoteca se repitió, de oriente a occidente, en todas las salas asturianas. En el Barjola esperaban ansiosos la llegada del que se convertiría en su primer visitante y lo mismo hacían en el Pueblo de Asturias, donde la jornada transcurría «en calma», todavía también sin que nadie cruzara el umbral de su puerta.

En el Museo Casa Natal de Jovellanos, se respiraba algo más de alegría. Allí podían celebrar que habían recibido ya sus tres primeras visitas. Y, aunque parezcan pocas, teniendo en cuenta los tiempos que corren, les sabían a gloria. «Es poco, pero algo hubo», apuntaban sus trabajadores felices.

Todos veían «normal» esta falta de trasiego pues, al fin y al cabo, la noticia de la reapertura llegó ayer por la tarde y apenas hubo tiempo para que calara en la gente. Por eso, en el Museo de Bellas Artes tampoco tenían el ir y venir de una mañana habitual de jueves. En Avilés, por su parte, el Centro Niemeyer vivirá mañana su primera jornada. Así, poco a poco, irán reanudando todos los museos la marcha que, aunque será lenta al principio, seguro que el tiempo le devolverá su habitual ritmo.

Por otra parte, la ópera ha retomado sus funciones con 'Fidelio', de Beethoven, en el Teatro Campoamor, en Oviedo. Ha comenzado a las 19 de la tarde para no rebasar el toque de queda y con un aforo del 40% dadas las restricciones de la pandemia.