La música despierta el año en Asturias

Con un teatro lleno, la velada fue fiel al anuncio de sorpresas que se prometía y la primera sería la Polonesa de la ópera 'Eugene Onegin' de Chaikovski, a la que seguiría con baile y zapateado de Susana Algora el alegre brío de la barroca y anónima Sonata IV. Momento zarzuelero con Sona Gogyan interpretando 'Me llaman la primorosa' de 'El Barbero de Sevilla' y la delicia del violín de Alejandro Domínguez haciendo volar 'Meditación' de la ópera 'Thais'. Un nuevo giro inesperado lo pondrían el dúo de las dos sopranos con la habanera 'Todas las mañanitas' y la invitación a que el público la corease. Fue antes de dar paso al siguiente invitado, el trompetista vigués Rubén Simeó y su prodigioso protagonismo en 'La virgen de la Macarena', muy merecedor de los 'bravos' del respetable. Más chispa con 'La máquina de escribir' de Leroy Anderson, que mitificó el cómico Jerry Lewis en 'Lío en los grandes almacenes' y su oportuna réplica en la divertida 'Danza de los comediantes' de Smetana. Rivas despidió la primera parte con una 'tour de force', dirigir y tocar al piano el final del Concierto n° 2 de Rachmaninov.

La fiesta vienesa vendría en la segunda parte con la obertura de 'El murciélago', de Johann Strauss II. Y, aunque lejos de la vieja capital austrohúngara, sonó una pieza que no desentonaría en sus salones, 'El segundo vals' de Shostakovich, para volver de nuevo a la opereta de Strauss con el aria 'Herr mein marquis' en la precisa voz de Sona Gogyan.

Así irían sonando el resto de las joyas sorpresivas del programa: la 'Polonesa brillante' de Venguerov, con nueva exhibición del solista Domínguez; el Galopp 'Cachucha' de Johann Strauss padre con Susana Algora al baile y castañuelas, y el color de la soprano Aguilera en otra perla, el 'Meine lippen' de la opereta 'Giuditta' de F. Lehar, con presente de flores incluido y una justa ovación a la cantante.

El final sería igual de original: el 'Danzón n°2' del mexicano Arturo Márquez, una sensacional inyección de adrenalina; la trompeta de Simeó liderando a la orquesta con el mismímiso 'My way' de Sinatra, y, finalmente, Strauss, con la polca 'La caza'. Un buen tiro final tras el que llegó la ovación del público.