«Facundo de la Viña era un tipo extraordinario»

Estos dos amantes de las melodías presentan esta tarde, a las 18.30 horas en el Antiguo Instituto, un disco que recoge, por primera vez en registro fonográfico, gran parte de la obra sinfónica de este asturiano. Y escucharla es un hito que ha tardado mucho, demasiado, en hacerse realidad: «La idea de grabar este álbum empezó hace veinte años, cuando sus hijos y herederos donaron todo el legado del compositor», explica Temes.

Cuando aquella donación se produjo, el director de orquesta empezó a investigar la vida y obra de De la Viña y, poco a poco, se fue fascinando, pero poco pudo hacer. «Me interesé por él, pero su legado estaba en muy malas condiciones. Las partituras estaban llenas de tachaduras e incompletas», recuerda. Después de darle muchas vueltas, en el año 2011 se consiguió hacer una grabación con la Filarmónica de Málaga. «En aquel momento, vino aquella crisis económica brutal y todas las fundaciones se fueron al garete», se lamenta. Eso hizo que el proyecto quedara parado. «Nos quedamos sin dinero y esa grabación se pasó doce años dentro de mi cajón», rememora.

Este año volvieron a la carga y ya por fin lograron sacar adelante este disco que, además de en formato físico, está disponible en todas las plataformas digitales. «Cualquier persona, desde Montevideo o desde Hamburgo, puede escuchar ya a Facundo de la Viña con un solo click», se enorgullece. «Además lanzamos una pequeña edición de discos para los que amamos lo físico».

Por fin la música de este gijonés dejará atrás el olvido y saldrá también a la luz su vida, que fue bastante normal. «No tuvo una vida novelesca, fue un hombre de la clase media gijonesa», que merece una calle en Viesques y que sus vecinos sepan quién fue.