El lirismo de un huerto ignorado

Rinaldo Zhok presentó el concierto con atinados comentarios de las obras. El pianista italiano, más que acompañante, fue un confidente y creador de atmósferas de la voz. Y, además de las canciones, interpretó dos brillantes fantasías para piano. La primera, de Martín Sánchez Allú sobre temas de 'Ildegonza', ópera italiana de juventud de Arrieta, y la segunda, de Dámaso Zabalza sobre 'Marina', muy aplaudida esta última.

Sofía Esparza es una soprano lírica excelente. En Oviedo la hemos escuchado como protagonista en la zarzuela 'El rey que rabió'. Sin embargo, es en estos recitales donde vemos la calidad vocal, la facilidad para los agudos, la expresividad, la buena dicción y, sobre todo, el buen gusto con el que interpretó las obras de Arrieta y Gaztambide.

Hay un Arrieta más allá de 'Marina' que Sofía Esparza nos descubre en estas canciones. Es el Arrieta compositor romántico de lied, con especial sensibilidad para unir poesía, voz y piano. De las canciones interpretadas destacamos 'Pobre Granada', una dolorosa canción alhambrista u orientalizante, de honda expresividad.

Frente al Arrieta romántico, belcantista, italianizante, sentimental y alhambrista, las canciones de Gaztambide poseen el carácter más castizo de las romanzas de zarzuela del siglo XIX. Destacamos de Gaztambide la simpática 'Malagueña y jota del tá y el té', cantada con aliento maño y gitanería musical. Un concierto muy aplaudido y, como propina, interpretaron 'El negrito', guajira cubana de Barbieri.