Polifonía hipnótica
La Capella de Menestrers cierra entre aplusos la Primavera Barroca con las 'Lamentaciones' de Cristóbal de Morales
RAMÓN AVELLO
OVIEDO.
Viernes, 24 de mayo 2019, 00:16
Al compositor sevillano Cristóbal de Morales le llamaban 'El Divino', a pesar de que tenía un genio endiablado. De la tríada polifónica del Siglo de Oro español formada por Morales, Guerrero y Victoria, se considera al primero como el más internacional y singular. Aunque escribió casi exclusivamente música vocal religiosa, sus obras fueron glosadas por vihuelistas y otros instrumentistas. Entre las obras de Morales, compuestas, tal como él escribió «para honra de Dios y sublimación de los pensamientos humanos», están el ciclo de las 'Lamentaciones del profeta Jeremías', sobre la destrucción de Jerusalén y escritas a cuatro, cinco o seis voces, y con la finalidad de que se interpretasen en los Oficios de Semana Santa. Desde hace años, el violonchelista, director y musicólogo Carles Magraner al frente de la Capella de Menestrers intenta 'limpiar' la obra de Morales de añadidos, errores y adulteraciones, a la búsqueda de un compositor genuinamente original. Ayer, este grupo valenciano, cerró la Primavera barroca de Oviedo con un concierto renacentista dedicado exclusivamente a las 'Lamentaciones' de Morales.
Publicidad
La capilla de Menestrers está formada por una soprano, un contratenor, tres tenores y un bajo, junto a violones de diferentes tamaños y una tiorba. La conjunción de voces dobladas por instrumentos era una característica de lo que se denominaba el estilo borgoñón, introducido en Castilla por el emperador Carlos V. Esta interpretación, inspirada en la capilla de música de Carlos V, es la que recreó ayer Carlos Magraner en su versión. El director señaló la vigencia y el mensaje de estos textos escritos 600 años antes de Cristo y la belleza de una música excepcional.
La versión de a Capella de Menestrers de 'Las seis lamentaciones' de Morales fue muy equilibrada y con cierta austeridad vocal. Todas la lamentaciones comenzaban con un preludio instrumental y se cerraban con la exhortación a Jerusalén para que se convierta a su Dios y señor. Vocalmente, es una polifonía que combina pequeños contrapuntos con frases acordales y de una descripción exquisita sobre determinadas palabras de los textos. Versiones muy cuidadas, sugerentes, diría que hipnóticas, y que fueron muy aplaudidas. Entre las lamentaciones llamó la atención la tercera, 'Cogitavit Dominus Dissipare Murum', con un comienzo muy libre de los instrumentos en pizzicato y un interludio muy hermoso de la tiorba.
Los silencios entre los versos o las cesuras son incluidas dentro de ese fluir musical. Qué lástima que en dos ocasiones ese silencio expresivo se rompió por dos llamadas telefónicas. No tenemos remedio.
1 año por solo 16€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión