«Queremos celebrar la vida y la libertad»

Su objetivo es empezar 2023 «con buen pie y con alegría» y, para ello, estarán sobre el escenario Sona Gogyan (soprano lírico-ligera), Cristina Cruz Aguilera (soprano lírica) y Susana Algora Fernández (bailarina). «Son extraodinarias, así que va a ser una auténtica belleza y para todos los públicos».

Algo más tradicional va a ser, sin embargo, el concierto con el que Oviedo dará la bienvenida al año los días 1 y 2 de enero, en el Teatro Campoamor. «Vamos a seguir la línea que hemos seguido siempre, pero introduciendo algunos cambios en el repertorio», cuenta Lucas Macías, el director de Oviedo Filarmonía. «Este año añadimos el 'Vals triste', de Sibelius, y 'Meditación', de Massenet, porque parece que, en este tipo de recitales, solo se pueden tocar obras muy felices, pero yo quería interpretar también estas, que invitan al recogimiento», explica.

Entre esas novedades, no faltarán clásicos como 'El bello Danubio azul', de Strauss, que es «una joya», en palabras del director. Y que permitirá «celebrar la vida y la libertad» después de la pandemia y sus «teatros vacíos y distancias sociales». Sobre todo, permitirá festejar en un lugar como Oviedo, que tiene «público para la ópera, la zarzuela, los conciertos sinfónicos y para el ciclo de grandes pianistas», aplaude Macías. «Oviedo es una excepción a nivel nacional, porque no es normal que una ciudad de su tamaño tenga dos orquestas y tanta vida musical», se enorgullece, antes de prometer que la capital asturiana es, en ese aspecto, «una maravilla».

Como lo es Avilés, donde el 1 de enero Iván Cuervo cogerá la batuta para dirigir a la Orquesta Sinfónica de la ciudad, en el Teatro Palacio Valdés. «Vamos a salirnos del estereotipo de un concierto de Año Nuevo y vamos a hacer una propuesta más española, añadiendo zarzuelas e introduciendo el canto y el clarinete como solistas», señala.

La mezzosoprano Marina Pardo pondrá la voz e Isidoro Otero se encargará del instrumento de viento, en esta cita con «puntos más altos y otros más bajos, pero que será muy dinámica», según afirma Cuervo. «Yo llevo desde agosto pensando en este repertorio, porque procuro no repetir nada».

Y, con esas, ya lleva años consiguiendo «un éxito total», cuenta. «Creo que, el primer año que lo hicimos, la gente vino creyendo que iban a escuchar lo que veían por la televisión que se hacía en Viena, pero, cuando vieron que, además de eso, escuchan cosas muy nuestras, salen entusiasmados», explica. «Vuelan las entradas», prosigue orgulloso, a falta de cinco días para que Gijón, Oviedo y Avilés den la bienvenida al nuevo año, con la música de siempre y con las melodías más nuevas resonando.