Rodrigo Cuevas: «Los mensajes de odio son muy simplistas y al tiempo ganará la razón»

—Estará este fin de semana en el Prestoso, ¿cómo va a ser este concierto, pura romería?

—Sí, va a ser un romerión. Es la primera vez que lo hacemos en Asturias y yo creo que va a prestar. Vamos a ir con toda la banda y con toda la escenografía, así que enseñaremos la propuesta completa para el único concierto que hacemos este verano en la región. Hasta Navidad no volveremos a estar por aquí.

—Sacó ya a la luz tres temas de su próximo disco y tienen de todo: fiesta, sensualidad, folclore… ¿Cómo se siente usted cuando interpreta estos temas?

—Me siento encantado con todas esas características. Es un disco que va a tener todo eso que tienen las romerías: mucha fiesta, mucha sensualidad, mucho folclore, mucha celebración y mucho de ser conscientes de todas las cosas buenas que tenemos y disfrutar de ese momento.

—¿Estas canciones nuevas reflejan la evolución de estos años de trabajo? ¿Son un paso más?

—Sí, porque hay muchas partes que son compuestas por mí. Me lancé a hacer canciones nuevas porque creo que el folclore es inmenso e inabarcable, pero también está muy bien que contribuyamos a agrandarlo, componiendo y escribiendo. Así lo he hecho para el próximo disco.

—¿Cómo es llevar el folclore asturiano a lugares que aparentemente no tienen nada que ver con él?

—Mola mogollón porque, por ejemplo, estuvimos en Bélgica, en Madrid, en Cartagena y en Portugal y todos lo entienden porque el lenguaje del folclore no es difícil, es un lenguaje popular y amable. Nadie se cuestiona que podamos ir a un concierto de música africana o de música americana, pues con la música asturiana, lo mismo. No es ni más ni menos.

—Últimamente está llevando la lengua asturiana por muchas partes el mundo, ¿cómo vivió que sin embargo en Gijón la concejala de Festejos mostrara su rechazo a programar espectáculos que promocionaran la cooficialidad?

—Es una fanfarronería de gente que no es demócrata, pero yo estoy seguro de que esa gente pasará al olvido y la irrelevancia en más o menos tiempo. Y, si no pasa a la irrelevancia, será precisamente no por características buenas, entonces me tranquiliza.

—¿No le da miedo que esos mensajes de odio contra el asturiano calen en la sociedad?

—Sin duda hay gente que se lo cree seguramente y que acabarán intentando dividir a una parte de la sociedad, pero yo creo que son mensajes que la gente sabe que son muy simplistas y al tiempo ganará la razón y no el negacionismo.

—¿Cómo van las cosas por La Benéfica?

—Súper. Hubo muchos artistas que nos cedieron obra para colaborar con el proyecto, entonces ahora tenemos en Borines una exposición con todo ese arte para recaudar fondos y seguir con la obra. Tenemos un catálogo chulísimo y en un lugar como el Balneario de Borines, que es un lujo para hacer actividades culturales porque es precioso.

—¿Qué le dice la gente de fuera de Asturias cuando descubre La Benéfica?

—Todo el mundo flipa mogollón porque es un proyecto muy ilusionante que está hecho por toda la gente, es muy popular. Mola mucho porque en La Benéfica la historia se repite. Cuando se abrió en el año 26 también fue de forma popular y eso es muy guapo. La gente cuando viene de fuera lo valora mucho porque es un esfuerzo colectivo que demuestra que las cosas funcionan cuando la gente se pone a colaborar. Es una pequeña utopía.

—Y entre tanto, ¿se muere de ganas porque salga a la luz el disco? ¿Cómo lleva la espera?

—Pues sí, me muero bastante de ganas porque estoy haciendo las canciones del disco en el directo y tengo muchas ganas de que la gente se las sepa.

Entre concierto y concierto, Rodrigo Cuevas saca tiempo para la diversión, ya sea en plena montaña o remojando los pies en alguna playa asturiana

-¿Playa o montaña?

-Soy más de montaña porque el mar está muy masificado en verano, entonces me da un poco de pereza.

-Y si te escapas a la playa, ¿nudismo o bañador?

-Nudismo, siempre. Me parece una ordinariez mojar la ropa en el agua.

-Al salir del mar, ¿una sidra o un kalimotxo?

-Una botellina de sidra.

-Y para acabar el día, ¿romería o discoteca?

-De romería, sin duda, es mucho más abierto todo, más tranquilo y los asistentes son mucho más variados.

-Por último, ¿dar un concierto o ir a un concierto de alguien que le preste?

-Si solo pudiera hacer una cosa, creo que darlo yo.