Los pesos pesados de la Semana Negra
Éxito. Paco Ignacio Taibo II, Andreu Martín, José Luis Muñoz y Juan Madrid están en Gijón en un festival que ayer registró lleno absoluto. Todos participaron en la primera edición, en 1987
PABLO ANTÓN MARÍN ESTRADA
Domingo, 11 de julio 2021, 01:13
La Semana Negra ha vuelto a reunir en Gijón a cuatro pesos pesados del género que estuvieron en la primera edición del festival hace ahora ... treinta y tres años. Andreu Martín, Juan Madrid, José Luis Muñoz y el padre de la criatura, Paco Ignacio Taibo II, evocan en la terraza del Hotel Don Manuel, donde tantas veladas nocturnas compartieron juntos su pacto de sangre con la literatura, la amistad y la vida, el largo camino recorrido desde aquel verano de 1988 en que el festival llegó para quedarse.
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«Yo tengo la impresión de que no son tantos años, no está tan lejos ni somos tan diferentes. ¿Somos respetables? No más de lo que éramos», comienza Taibo y Madrid apostilla: «Y seguimos mostrándonos atónitos y cabreados ante las injusticias». Para Muñoz, lo que ha cambiado sobre todo es la recepción de la propia novela negra. «Entonces se consideraba una especie de subgénero, se le miraba por encima del hombro o se le escupía desde la crítica 'seria'. Figuras intelectuales como Vázquez Montalbán ayudaron a cambiar eso y ahora vemos que todos se apuntan a ella, incluso miembros de la RAE lo hacen». Martín asiente, matizando que «en estos 33 años ha ido oscilando, gracias a Montalbán hubo un boom, pero llegó un momento en que eso se desinfló y quedamos unos pocos resistentes. Luego ha ido evolucionando poco a poco hasta llegar a tener un lugar fijo en la cultura, a estar ahí y ya no hay quien la quite», apunta.
El festival gijonés tuvo mucho que ver en esa evolución: «Se convirtió en la referencia. Si había una buena novela negra publicada tenías que venir aquí a presentarla», señala Taibo. Muñoz extiende la influencia de la Semana Negra hasta hoy: «Es la madre de todos los festivales que ahora tenemos y que siguen mirándose en su espejo» y Martín ve oportuno recordar que no todo fue un camino de rosas. «Empezó de forma brillante, con mucho dinero, pero hubo momentos en que no siempre se pudo mantener con la misma facilidad. Tenía que ver con el ámbito político», rememora. «Cuéntamelo a mí, pero nunca pudieron derrotarnos», apostilla el que fue su director durante más de dos décadas. Madrid se queda especialmente con la utilidad de esos encuentros. «Nos servían para hablar de nuestro oficio, intercambiar información sobre las novelas que había que conocer, como los cristianos primitivos y para ver cómo funcionaban las nuestras, porque aquí estaban los compañeros que te leían». «Salimos siempre de Gijon con la maleta cargada de libros», repiten varios de ellos. «Porque en este gremio nos leemos», subraya Taibo.
Los cuatro escritores coinciden igualmente en el papel fundamental que jugó en eso primeros años el editor Silverio Cañada y su colección Etiqueta Negra. «Todos publicamos ahí», afirman a coro Madrid y Muñoz. «En ese sello recuperamos autores y más importante descubrimos a otros. Silverio fue uno de los dos puntos de apoyo del festival, el otro Tini Areces. La decisión de hacerlo aquí partió de esa conjunción. Y me dejaban hacer la locura que quisiera: traer a un elefante o dar el premio Hammett en una jaula de leones», añade Taibo. Esa base de imaginación y fiesta sirvió para ampliar el público del evento y de los lectores. La buena salud del festival y del género en la actualidad no hace perder el norte a estos autores del por qué siguen fieles al género negro. «Stephen King dio la respuesta: 'Qué te hace pensar que podemos elegir'», afirma Andreu Martín. «Es la novela social por excelencia y vivimos en una sociedad imperfecta: siempre va a haber crimen y corrupción. Por desgracia tiene futuro», declara José Luis Muñoz. «No analiza el crimen como en el S.XIX, muestra la realidad insegura en que vivimos, la magnitud de la injusticia humana. Nuestro papel es contar como el sistema capitalista destruye a la gente», expresa Juan Madrid y Paco Ignacio Taibo II: «Vivimos en sociedades con modelo de iceberg, lo negro es el 80 por ciento bajo el agua, tienes que ir a la literatura para que te cuente que hay ahí». Eso tampoco ha cambiado demasiado desde el verano de 1988 en que se vieron en Gijón para abrir la primera Semana Negra.
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Mientras, a sus espaldas, las multitudes tomaban el puerto deportivo. Miles de personas pasearon ayer ante las casetas, y las presentaciones de libros en las dos carpas disponibles se contaban por llenos. También quedó abierta la exposición de cómic del Museo Barjola, en la buhardilla. La capilla del equipamiento acoge cada mañana también a los periodistas, puesto que en ella se celebran las ruedas de prensa de algunos de los autores.
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