Teléfonos pinchados y escaneo de paquetes postales contra el tráfico de productos dopantes

La titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de Siero decretó ayer, por sorpresa, el levantamiento del secreto de las diligencias previas incoadas por el supuesto delito de tráfico de medicamentos que tiene Lugones como epicentro. Un terremoto que ha sacudido al ciclismo asturiano. No es para menos. Los dos responsables del equipo ciclista Kuota-Construcciones Paulino fueron detenidos, al igual que tres ciclistas extranjeros de esta formación que está en la vanguardia en el ámbito aficionado. Asimismo, también se ha puesto en entredicho la figura de Coque Montero, una personalidad relevante del ciclismo asturiano en las última décadas. La farmacia que regenta su familia fue registrada por los agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) del Cuerpo Nacional de Policía -especialistas en materia de dopaje en el deporte- dentro de una operación que se extendió también a dos inmuebles en Lugones y otro en Candás.

El comienzo de la investigación fue hace un año. Sin embargo, hasta hace dos meses no se iniciaron las diligencias previas, al sospechar que detrás de la actuación de los detenidos hay un delito de tráfico de medicamentos.

Si algo sorprende del auto de la jueza es que haga notar su frustración por las «filtraciones» a los medios de comunicación que, según su opinión, han desvirtuado el carácter secreto de las actuaciones. Su decisión de hacer público el sumario supone detener todas las intervenciones que se habían practicado hasta la fecha en busca de pruebas para inculpar a los presuntos componentes de una red que comercializaba productos dopantes.

Así, reconoce que durante la investigación se pincharon los teléfonos de los implicados en el procedimiento, así como también se llevó a cabo el escaneo y control de la paquetería postal, si bien precisa que esto último no se solicitó expresamente. En todo caso, asegura que por culpa de las filtraciones han «cesado» estas medidas que ahora, lamenta, «se han vuelto inútiles».

La investigación, de acuerdo a lo destapado hasta ahora, considera que en torno al equipo Kuota había comportamientos anómalos con la comercialización de productos farmacéuticos dirigidos a mejorar el rendimiento deportivo. Esta formación asturiana, que ha conseguido importantes triunfos en el ámbito amateur, quedó salpicada en el pasado con algunos casos de dopaje y ese fue una de los motivos que originó la puesta en marcha de una operación que no está cerrada y que puede suponer nuevas detenciones en los próximos días.

Los detenidos, que ejercieron su derecho a no declarar después de pasar una noche en los calabozos, defienden su inocencia e insisten en que no hay nada sólido para acusarlos de conducta impropia.

Los responsables del equipo, Monchi Álvarez e Isaac Ovies, insisten en su inocencia aunque no se comprometan a defender la de los ciclistas que están siendo investigados. La formación asegura que tiene un compromiso ético en la lucha contra el dopaje y que romperá la vinculación con cualquiera que tome sustancias prohibidas o bien comercie con ellas. En todo caso, parece evidente que el equipo Kuota saldrá muy tocado de una investigación que ha puesto al descubierto la facilidad que tienen los deportistas para hacerse con fármacos al objeto de mejorar su rendimiento deportivo.

Queda también por determinar qué papel juega en este caso Coque Montero, cuya familia regenta una farmacia que está muy cerca de los pisos registrados. Afirman desde su entorno que los agentes no se llevaron nada del establecimiento que sigue funcionando con total normalidad.