España, una apisonadora con mentalidad de hierro

España no solo desborda alegría con su juego, sin duda uno de los más vistosos, si no el que más, del campeonato, sino que los números, muchas veces fríos pero demoledores en esta ocasión, acreditan su condición de apisonadora. Las vigentes campeonas del mundo han alcanzado su primera final de una Eurocopa con cinco victorias en otros tantos partidos y acumulan nueve triunfos consecutivos en los dos principales torneos de selecciones, puesto que su último tropiezo data del 4-0 que encajaron frente a Japón en el partido que cerró la fase de grupos de la Copa del Mundo disputada hace dos años en Australia y Nueva Zelanda.

Desde entonces, España ha pasado por encima de Suiza en octavos de final (1-5), de Países Bajos en cuartos (2-1), de Suecia en semifinales (2-1) y de Inglaterra en la final (1-0) del reseñado Mundial que cambió la historia de La Roja, y mantiene su imperial marcha en el presente Europeo, donde se ha deshecho de Portugal (5-0), Bélgica (6-2) e Italia (1-3) en la primera fase, ha tumbado a Suiza en cuartos (2-0) y ha apeado a Alemania en la antesala de una final a la que llega con cifras que intimidan.

Esos 17 tantos que ha rubricado en Suiza convierten a España en la máxima goleadora de un campeonato que está pulverizando registros anotadores. Son dos más de los que ha hecho la otra finalista, Inglaterra, y cinco más de los que anotó Francia, a la que Alemania dejó en la cuneta en cuartos. Esther González es la actual pichichi del torneo con cuatro dianas y Alexia Putellas le pisa los talones a la delantera granadina con tres muescas en el revólver de la catalana. Dos han firmado tanto Athenea del Castillo como Claudia Pina, pero hay otras seis futbolistas que también han visto puerta: Aitana Bonmatí, Mariona Caldentey, Patri Guijarro, Vicky López, Cristina Martín-Prieto e Irene Paredes.

España ha alcanzado semejante caudal ofensivo siendo fiel a su filosofía, que pasa por dominar a sus rivales a través del manejo de la pelota. El 67% de posesión que acredita a estas alturas del torneo supone casi diez puntos más que el registro que presenta Inglaterra, un 57,2%. Tampoco nadie hace gala de tanta pulcritud en las entregas como las jugadoras españolas, que atesoran un 89,2% de acierto en el pase, seis puntos más que Francia e Inglaterra, siendo las primeras tanto en pases realizados (3.557) como en pases completados (3.172). Las españolas encabezan también la tabla en número total de disparos (123), lanzamientos a puerta (40), remates al palo (6) y son segundas en intentos bloqueados (30, por los 32 de Inglaterra).

Sin embargo, España no solo destaca en ataque, sino que las estadísticas defensivas también le favorecen, lo que habla muy bien del equilibrio que ha logrado el grupo que dirige Montse Tomé. Solo ha encajado tres goles, los mismos que Finlandia, que resultó eliminada en la fase de grupos, y que Suecia, cuyo avance paró Inglaterra en cuartos. Las británicas, por cierto, han recibido el doble de goles (6). Solo Bélgica e Italia han logrado mancillar la portería de España, que ha dejado intacto su marco en tres encuentros, dos de ellos con Cata Coll como guardiana y el otro con Adriana Nanclares. Las dos guardametas españolas que han saltado al césped en Suiza -Esther Sullastres no se ha estrenado- solo han tenido que efectuar siete paradas, la cifra más reducida del torneo, excepción hecha de las seis de Francia, lo que denota la capacidad que tienen las actuales campeonas de la Liga de Naciones para mantener el peligro alejado de su área y protegerla en las pocas ocasiones en las que este acecha.

Más allá de las matemáticas, la Eurocopa está sirviendo para plasmar el enorme grado de madurez que ha alcanzado un combinado que ha sabido hacer frente a los contratiempos sacando a relucir un carácter a prueba de bombas. «Siento que hemos dado un salto a todos los niveles. Estas jugadoras cada vez son más competitivas y más fuertes mentalmente, y hoy se ha visto», destacaba Montse Tomé tras la sufrida victoria frente a Alemania que abrió las puertas de la final de la Eurocopa a un bloque que llegó a tierras suizas en vilo por la salud de dos figuras clave en su engranaje como son Cata Coll y Aitana Bonmatí, pero que tiene una fe absoluta en su capacidad para encontrar salidas a cualquier problema. Porque esta España tiene «alma, corazón y talento», como enfatiza Olga Carmona, la heroína del Mundial que cambió la historia de la selección con aquel gol que hizo claudicar a una Inglaterra que volverá a estar el domingo en el punto de mira de la sevillana y de sus compañeras.