Varane rompe el idilio de Zidane con la Champions

Víctima de su mayor humillación en aquella noche de finales de abril de 2014 en la que Cristiano Ronaldo y Sergio Ramos rindieron el Allianz Arena con sendos dobletes en la mejor actuación de la ya extinta 'BBC' para sepultar el maleficio que pesaba sobre el Real Madrid en sus visitas a Múnich, Guardiola volvió a erigirse hace cinco meses en ogro del conjunto de Chamartín. Al mando del Manchester City, vengó semejante afrenta con el 1-2 logrado en el Santiago Bernabéu en una jornada de espanto para los locales, que dilapidaron el botín obtenido con el gol de Isco en una desastrosa recta final de un partido que se movió al dictado de Kevin De Bruyne.

La renta propiciada por los tantos de Gabriel Jesús y De Bruyne, sumada a la expulsión de Sergio Ramos que impedía al camero disputar la vuelta en un templo 'skyblue' que se presumía abarrotado, puso la eliminatoria muy de cara para el Manchester City, pese a la legendaria capacidad de supervivencia del Real Madrid en situaciones extremas. Pero el coronavirus alteró el guión. El balón se detuvo, el himno de la Champions enmudeció durante 149 interminables días y en ese lapso se renovaron esperanzas que languidecían.

Consciente de la mayúscula envergadura del reto que afronta un equipo que nunca ha superado un cruce de la máxima competición continental tras caer en la ida a la vera de su parroquia pero relanzado por su conquista de la Liga, el trece veces rey de Europa comparecerá en el Etihad Stadium determinado a seguir pugnando por la decimocuarta 'orejona' de su historia.

Para ello tendrá que lidiar con la baja de Sergio Ramos, nefasta para sus intereses en tiempos recientes. Sobrevivir a su ausencia será otro desafío de altura para una retaguardia que ha propulsado a los blancos este curso y también para una vanguardia cuyos registros se han visto beneficiados por la soberbia contribución de quien terminó la Liga siendo el segundo máximo goleador de su escuadra.

Militao formará en el eje de la zaga junto a Varane en una auténtica prueba de fuego para una dupla que abrió la Champions naufragando en el Parque de los Príncipes pero que ha ganado credibilidad con las últimas actuaciones del brasileño. Mendy le ha ganado la partida a Marcelo y formará como lateral zurdo. En la medular, Casemiro, Modric y Kroos, el trío que el madridismo recita de carrerilla. Y arriba Benzema tendrá como acompañantes a Rodrygo y Hazard. El belga, al que Zidane reservó en los últimos partidos de Liga, pondrá a prueba ese tobillo derecho que ha convertido su primera temporada de blanco en un calvario. El paulista dispondrá de otra ocasión de brillar en una gran cita tras adelantar a Asensio y Vinicius.

Con la vitola de favorito gracias al resultado de la ida se presenta un Manchester City que tiene en Europa su talón de Aquiles desde que sus actuales dueños irrumpiesen en 2008 para convertir a un club de modestos propósitos en un coloso del fútbol mundial. Mónaco, Liverpool y Tottenham segaron sus aspiraciones de sentar sus posaderas en el trono europeo en las tres primeras campañas bajo la égida de Guardiola, y su tope histórico en la competición siguen siendo aquellas semifinales de la 15-16 en las que sucumbió ante el Real Madrid de Zidane que terminaría alzando la 'undécima' en Milán.

Despojado del título de la Premier por un Liverpool que fagocitó con paso marcial su anhelo de retener el cetro de campeón inglés, al City sólo le queda la carta de la Champions para salvar la temporada. Como el Real Madrid, llega en plenitud tras ganar ocho de sus diez últimos partidos de liga, aunque el Arsenal le apeó de la FA Cup en semifinales. Sólo ha encajado un gol en el Etihad desde la reactivación del fútbol y presume del mejor ataque de Europa.

Los 'citizens' acuden a la cita sin el 'Kun' Agüero, lesionado en la rodilla, pero el gran momento de Gabriel Jesús y, sobre todo de un Raheem Sterling que destrozó al Real Madrid con su electricidad en la ida son sobrado aval para examinar a la mejor zaga del continente en un duelo de titanes a vida o muerte. Lisboa aguarda a los supervivientes.

Por segundo año consecutivo claudicaron los blancos, vestidos de rosa este viernes, en octavos de final de la Liga de Campeones, un torneo en el que no se bajaron de las semifinales en los años en que tiranizaron el continente a lomos de Cristiano Ronaldo pero que no les ha visto franquear el primer cruce desde que se marchó el luso. Eliminado la campaña anterior por un Ajax que asombró en el Santiago Bernabéu, sucumbió esta vez el Real Madrid en el Etihad

El preparador de Santpedor se anotó otra muesca en su batalla eterna con el conjunto de Chamartín en un partido en el que marcó terreno de principio a fin con una presión muy adelantada e intensa que cortocircuitó al rival. Sin Sergio Ramos no sólo perdió el equipo de Zidane a su líder moral y máximo valladar de la zaga, sino al central con mayor capacidad para iniciar el juego. Así propinó un severo correctivo a las ilusiones visitantes de modo tempranero.

Porque la baja por sanción del capitán del Real Madrid abrió un boquete gigantesco en

Más sosegado, el Madrid empezó a tocar y encontró vías para amenazar al City. Kroos desempolvó la batuta y Benzema comenzó a asociarse como sólo el '9' sabe hacer. De una de sus descargas partió el tanto que renovaba las esperanzas del conjunto de Zidane. Trianguló el lionés con Rodrygo, que

De casta y experiencia anda sobrado el trece veces rey de Europa, que se veía a un gol de nivelar la eliminatoria tras verse penalizado por esa primera pifia de Varane y sortear de milagro otra estocada que pudo ser mortal tras una mala entrega de Courtois que Foden no supo aprovechar. Esos detalles terminaron marcando la diferencia.

Regresó el City de vestuarios con el mismo empuje que al inicio del partido. Filtró De Bruyne al espacio por el que percutía Sterling, que disparó a quemarropa y forzó una extraordinaria intervención de Courtois. El guardameta belga tuvo faena para repartir. Volvió a salvar a su equipo poco después en otro mano a mano con el inagotable extremo inglés y desviando más tarde un disparo de Gabriel Jesús con enorme veneno.

Bien podría haber acabado siendo el cancerbero el hombre del partido de haber culminado su equipo la epopeya que fue a buscar a Mánchester, pero el protagonismo se lo robaría Varane.