Un pulso a la gravedad
La escalada de dificultad, categoría reina de esta disciplina deportiva, goza de gran prestigio y tiene un único objetivo, llegar lo más alto posible
IVÁN ÁLVAREZ
Jueves, 4 de septiembre 2014, 00:24
La escalada es, en esencia, un deporte ambicioso. Desde el punto de vista pragmático, como cualquier disciplina deportiva, su puesta en práctica responde a un objetivo fundamental. En su caso, llegar lo más alto posible y hacer cumbre en un reto en el que los pies no están sobre el suelo.
Superar obstáculos, llegar cada vez más lejos en una trayectoria vertical que desafía los principios de la gravedad con la única ayuda de una cuerda que le proteja de una fatídica caída. Es el sueño de muchas personas que materializan los escaladores, de intrépido espíritu aventurero para mantener una intensa lucha con la orografía que, con el paso del tiempo y la construcción de los rocódromos, ha desembocado en una disciplina deportiva que sigue sumando adeptos.
El sistema de competición es sencillo de comprender, aunque más complicado de llevar a la práctica. El deportista, con la única ayuda de las presas de escalada situadas sobre el rocódromo y una cuerda de protección por motivos de seguridad, se lanza a la conquista de una cima que los más habilidosos coronan. Las mejores posiciones las ocupan quienes más alto escalen y, en caso de que varios empaten en la cima, sería el tiempo de ascensión el factor que rompiese la igualdad.
La escalada de dificultad es una disciplina que requiere destreza y preparación física. Destreza para abrir la vía de escalada y seleccionar el camino más adecuado hacia la cima y fortaleza física para mantenerse en el aire y progresar seleccionando los apoyos una vez suspendido en el aire.
'Ramonet', la baza española
El Campeonato del Mundo que albergará Gijón del 8 al 14 reunirá a la élite de la escalada, con deportistas con una dilatada y exitosa trayectoria en los rocódromos. Por su envidiable palmarés, Ramón Julián, Ramonet, se encuentra entre esa lista de favoritos para el triunfo final.
Doble campeón de Europa y del mundo, el catalán llega al Palacio de los Deportes, sede de la competición después de haber revalidado el título que le acredita como mejor escalador nacional en Gijón el pasado mes de junio. El de Manlleu, a sus 32 años, luchará por conquistar su tercer cetro mundial en un desafío que promete grandes emociones con el checo Adam Ondra, el austriaco Jakob Schubert y el japonés Sachi Amma, a priori sus grandes rivales.