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Bárbara González, la segunda por la derecha, junto a sus compañeras de equipo y la expresidenta de la Federación Española, la asturiana Asunción Loriente. LVA
Remo de mar

Bárbara González se trae el oro europeo máster para Corvera

La avilesina estrenó el Campeonato de Europa de la categoría con un primer puesto representando al club alicantino Altea

Santy Menor

Avilés

Viernes, 31 de octubre 2025, 22:49

Aunque no lo parezca, Bárbara González (Avilés, 1976) tiene 49 años. Y, después de años de entrega y dedicación al deporte, ha hecho historia ... colgándose la medalla de oro en el primer Campeonato de Europa máster de remo de mar, una modalidad más divertida y también más complicada con respecto al remo olímpico tradicional que todos conocemos. La competición se disputó en Antalya (Turquía) y Bárbara formó parte, como única asturiana, del club alicantino Altea, que ejercía como selección española al uso. «Es una competición por clubes, aunque representábamos a España», desgrana la avilesina.

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Aunque para la ocasión tuvo que cambiar de colores, Bárbara presume orgullosa de ser remera «del Grupo Corvera desde que tenía 14 años, y ahí sigo». Siempre se le dio bien y en su palmarés aparecen diferentes medallas en Campeonatos de España de prácticamente todas las categorías. Primero en remo olímpico y desde hace unos años también en remo de mar, una modalidad que la ha enamorado. «Es mi principal motivación en los últimos tiempos. En el remo olímpico compites un poco contra el crono. Vas siempre en línea recta. Aquí dependes del mar, tienes que surfear las olas, puedes chocar con otras embarcaciones... Lo disfruto mucho».

Tanto, que no se pone límites. «Trabajo como fisio en la administración por las mañanas, así que tengo las tardes libres y solo necesito compaginar mi vida familiar, con mi hija y mi marido, para poder entrenar». Pero lo consigue, hasta el punto de intentar entrenar «toda la semana. A veces cinco y a veces siete días». Tres los destina «a las pesas», y el resto son de agua o remoergómetro en las instalaciones del Grupo Corvera en Trasona.

Bárbara no necesita entrenar en el mar para competir en esta disciplina, pues el bote se compenetra a las mil maravillas. Sus compañeras en este logro histórico fueron Emilia Marín, Bárbara González, Sonia Boubeta, Inmaculada Barranco y Vicente Jorro como timonel, que además lograron ser sextos en categoría absoluta. «Una de las chicas es gallega y está de remar en traineras, por lo que sabe leer muy bien el mar, y el timonel también. Y los que estamos de remo olímpico nos sabemos adaptar bien a las condiciones».

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«Competí en remo olímpico hasta la pandemia y mi paso al remo de mar fue un regalo, es muy divertido»

Esta medalla de oro llegó después de varios años con Bárbara haciendo muy bien las cosas en competiciones internacionales en categoría absoluta. «Llevo haciendo remo de mar varios años. Fui a dos Europeos: uno fue en San Sebastián hace cuatro años, en el cual fui octava en skiff y décimo tercera en doble; y al año siguiente hice Europeo y Mundial también. Habíamos quedado plata como equipo en el Campeonato de España y luego yo en individual fui oro en skiff y en doble hace dos años. Hasta ahora era absoluto y mi paso a máster no ha podido ser mejor a nivel de resultado», reconoce.

Cuando se le pregunta por alguna anécdota en el mar, Bárbara tiene todavía en la retina lo ocurrido en el último Mundial que disputó. «Íbamos en el puesto once y no sé si fue Alemania que nos chocó y nos dejó el bote girado 90 grados, por lo que nos costó bastante retomar el rumbo», sonríe la remera.

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Bárbara se encuentra ahora en plena pretemporada y su próxima competición será el Descenso del Eo, a nivel autonómico. Sin embargo, «mi objetivo es siempre el Campeonato de España, que se disputa en verano. Aunque tenga regatas regionales, siempre tengo la vista puesta en llegar en las mejores condiciones posibles a los meses de verano».

Como fisio de profesión, conoce su cuerpo a las mil maravillas y tiene ventaja a la hora de prevenir lesiones y después recuperarse de ellas. Sin embargo, no oculta que «el dicho de 'en casa del herrero, cuchillo de palo', no puede ser más cierto en mi caso. Debería hacer las cosas mejor en ese sentido», sonríe la avilesina.

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Mientras soporta la temperatura del agua a estas alturas del año y compagina el deporte con su vida laboral y familiar –fiesta de Haloween de su hija incluida–, Bárbara mantiene la sonrisa en cada entrenamiento y una forma física envidiable que le hará seguir luchando por medallas internacionales de categoría máster.

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