Esprint de superación

A Alberto Suárez, que llevaba hasta entonces una vida tranquila, apegada a su familia, a su trabajo, a sus amigos y a guardar la portería del equipo de fútbol-sala del Monsacro Mostayal, un día, ya hace dieciséis años, le diagnosticaron una lesión macular. Una enfermedad degenerativa, le explicaron, que le depararía una pérdida severa de visión. Le dejó un resto visual de apenas el 10%. Esta grave afección, sin embargo, no le ha frenado ni le ha impedido aplicarse en los entrenamientos de alto nivel y emprender un camino, el deportivo, que le ha llevado a proclamarse campeón de maratón en los Juegos Paralímpicos de Londres 2012 y subcampeón de la misma prueba cuatro años después en los de Río.

El atleta ovetense -«serán mis terceros Juegos, con mi plaza refrendada por segunda vez»-, el nadador gijonés Sergio Vaquero -«me voy mañana al Europeo y después el nacional. Siento realista, es difícil de conseguir, pero todo lo que sea mejorar, bienvenido sea»-, el también nadador navarro, aunque afincado en Oviedo, Iván Fernández -«ya estado en dos ocasiones, pero, diecisiete años después, será algo muy diferente-, el lanzador de peso tinetense David Fernández -«ahora competiré en Basauri, León, el Europeo de Polonia y el nacional, y me veo bien, confío en este inicio de año»- y la palista de Soto del Barco Verónica Rodríguez -«me voy a Bañolas a por el último empujón para el clasificatorio de Italia»- dieron voz ayer al resto de compañeros paralímpicos preseleccionados para Tokio.

La llama olímpica arderá de nuevo en el pebetero del Estadio Olímpico de Tokio, en el clímax de la ceremonia de apertura, el 24 de agosto. La capital nipona acogerá los decimosextos Juegos Paralímpicos. Durante doce días de competición y repartidos en 21 sedes, 4.400 deportistas ciegos, con discapacidad física, intelectual o parálisis cerebral, procedentes de al menos 160 países, participarán en 540 eventos con medalla -272 masculinos, 228 femeninos y 40 mixtos-. Aun así, la delegación española es una apuesta segura para sumar un buen número de medallas.

El equipo paralímpico que representará a España estará formado por unos 115 deportistas. De entre los más de 250 preseleccionados saldrá, en la primera quincena de julio, la lista definitiva de los que viajarán a Tokio. La delegación la completarán casi un centenar de miembros más entre entrenadores, médicos, fisioterapeutas, mecánicos, traductores y personal de apoyo. En Río 2016, España logró 31 metales, que la auparon al undécimo puesto del medallero general.

Todos estos deportistas han sabido que alcanzar cualquier meta les iba a suponer un sacrificio mucho mayor que al resto. Pero nunca han puesto límite a sus sueños, ni han permitido que sus circunstancias personales les impidieran hacer lo mismo que todo el mundo. «No sabemos lo que nos vamos a encontrar porque estamos un poco perdidos. Siempre aparece gente nueva, con la que no estamos acostumbrados a competir», explica Alberto, el único de los cinco asturianos preseleccionados con el billete cerrado ya para Tokio y que competirá el último día de los Juegos. «Todo deportista sueña con ir a unos Juegos. Hay que dar el máximo porque es un evento que se celebra cada cuatro años. Si hay una oportunidad, hay que aprovecharla», añade Sergio Vaquero.

Sus historias son un constante relato de esfuerzo y tenacidad, de apretar los dientes y de no rendirse jamás. «Cada semana que nos concentramos, me doy cuenta que tenemos muchas posibilidades. Se trata de meter los cuatro la pala a la vez y vamos a conseguirlo. Hemos formado un grupo increíble», hace hincapié Verónica Rodríguez. Lo tienen claro: si se quiere, se puede. A un lado dejan dudas e inseguridades. «Falta poco. Voy con ganas al Europeo y al nacional. Me gustaría mejorar mi marca y, si lo hago, tengo muchas opciones de hacer la mínima», apunta Iván Fernández.

Fue un acto cargado de emoción, ilusión y nervios ante la cita más importante del mundo para deportistas con discapacidad. La directora general de Deportes, Beatriz Álvarez, encabezó el capítulo de autoridades y arropó, junto al vicepresidente segundo del Comité Paralímpico Español, José Alberto Álvarez, su director de Comunicación, Luis Leardy, y el presidente de la Federación de Deportes para Personas con Discapacidad Física, Jesús Antonio Fernández, a los deportistas asturianos en la cuenta atrás para el inicio de los Juegos Paralímpicos de Tokio.

«Sois un ejemplo de inspiración, un espejo en el que los niños pueden verse, dijo Beatriz Álvarez. «Detrás de cada éxito, pero también de cada fracaso, hay una renuncia a muchas cosas, mucho esfuerzo», hizo hincapié. «Este es un acto especial. Desde el Comité Paralímpico comenzamos, tras el confinamiento, un proyecto para, primero, proteger la salud de nuestros deportistas y, después, que continuaran con sus entrenamientos», ha añadido José Alberto Álvarez.