Joel Álvarez: «Los luchadores somos los gladiadores del siglo XXI»

–¿Cómo se encuentra física y mentalmente para esta cita?

–Nos encontramos con muy buenas sensaciones para esta pelea, tengo aquí unos chicos de fuera de 'sparring' conmigo. También un poco cansados, porque al final han sido cuatro preparaciones este año. Aunque no se hiciesen las dos últimas peleas en Estados Unidos por el tema del visado, sí que al final las preparaciones las haces igual. Pero bueno, también estoy contento de que la pelea sea justo antes de Navidad, porque así luego podré disfrutar con la familia.

–Tras la victoria de agosto en Abu Dhabi pidió guerra antes de final de año y se lo han dado. ¿Estará contento también de que sea en Estados Unidos ?

–Sí, estamos muy contentos con eso porque, como se me habían caído dos este año, tenía un poco de falta de actividad deportiva al final. Ahora, ya de lujo poder pelear otra vez y ya sería lo suyo acabar el año con otra victoria.

–¿Qué análisis ha hecho del rival, Drakkar Klose?

–Hemos estado estudiándolo con mi equipo y la verdad es que es muy completo, trabaja muy bien todos los aspectos, pero tampoco es un especialista en nada. En cuanto a su estilo, es favorable para el mío, para una pelea de las que me gustan a mí, llamativa, que podamos ir un poco al choque, al cruce. Estoy contento con la pelea que se viene, con un rival bueno, porque tiene nueve victorias y solo dos derrotas dentro de la compañía.

–¿Cuáles son sus puntos fuertes para enfrentarse a Klose?

–Estoy preparando un poco todos los campos, porque al ser mi rival bastante completo tienes que prepararte bien tanto en la lucha, en la parte del suelo, como arriba, en el golpeo. Especializamos más mi pelea para intentar mantenerla arriba. Entonces tienes que trabajar esa defensa de los derribos y luego nuestro golpeo, que es donde estamos más cómodos.

–En estas tres semanas que quedan, ¿qué tiene que cuidar más, el físico, el peso o la cabeza?

–Hay que cuidarse en todo, pero evitar lesiones también y tener cuidado en los entrenamientos. Físicamente hay que ir pegando ese puntín progresivo hacia arriba. No ir de golpe tampoco para que no hacer un pico y que te baje después. Y luego está la parte fea, como siempre, que es el peso. Es lo más complicado para los luchadores, el corte de peso. Acabo de pesarme justo ahora y me queda perder ocho kilos para estar en el peso. Pero voy bien, porque ya he bajado otros ocho y, aunque sea la parte más fea, va bastante redondo, se puede decir.

–Una victoria le metería otra vez en el 'top 15' del peso ligero. ¿Supone una presión añadida?

–Ese 'top 15' es donde quiero y creo que tengo que estar y esta pelea me va a volver a meter entre los 15 mejores del mundo. Es mi lugar y me motiva más, porque también, cuanto más arriba estás en el ranking, mejora todo, tanto en lo deportivo, con mejores peleas, como en lo económico y lo publicitario.

–Tras el último título de Ilia Topuria, ¿está más cerca de que la UFC aterrice en España y poder verle pelear aquí?

–He estado echando un ojo al calendario cerrado hasta marzo de 2025 y acaba en Londres el día 22. Habían comentado de que en abril podría ser en España, pero no lo sé. Sí que me gustaría pelear otra vez a finales de abril o mayo y ya si puede ser en España sería la bomba que contasen conmigo.

–La paternidad le ha cambiado la vida. ¿Tiene ya una hoja de ruta de cara al futuro y de hasta dónde quiere llegar en la UFC?

–Todos pensamos en el futuro todos los días y, gracias a Dios, me va bastante bien. Estoy plantando semillas para recoger más adelante y en el futuro poder seguir con mi vida enfocada en el deporte, ayudando a los chicos. La verdad es que me gustaría retirarme pronto, a los 37 como mucho, y disfrutar más de mi vida de padre y de mi familia. Pero lo que sí me gustaría dentro de la UFC, de aquí a mis 37 años, es estar activo como ahora, que cada cuatro o cinco meses me salga una pelea y hacer unas cuantas porque quiero tener una carrera deportiva movida.

–Está viviendo un momento de gran popularidad de las artes marciales mixtas. ¿Se lo imaginaba cuando empezó?

–Siempre digo que he tenido la suerte de estar viviendo el auge de las MMA. He vivido el crecimiento desde cuando no se conocían aquí, ni en ningún lado, y la gente no sabía lo que era el deporte que practicabas. Luego llegó la era McGregor y ya podías enfocar por ahí la explicación de lo que hacías. Ahora ya todo el mundo conoce las MMA y mola mucho haber vivido este crecimiento en todos los aspectos del deporte y que favorece mucho a los que lo practicamos.

–¿Qué elementos dotan a las MMA de esta popularidad?

–Somos los gladiadores del siglo XXI, yo creo. No habría otra explicación. En la antigüedad, a la gente le gustaba mucho los juegos de gladiadores y lo nuestro es lo más parecido, sin llegar a matar, pero es lo más parecido. Entonces es normal que llame tantísimo la atención, a chavales y a gente mayor. Cuando voy por el barrio hay paisanos que me dicen que echaron la pelea del 'Super ratón', se saben quiénes son y, aunque no sean expertos, te dicen quién va mejor en suelo, quién boxea bien. Es un momento muy dulce para este deporte.

–Además, ahora con el tirón de Ilia Topuria.

–Sí, claro, Topuria, Nevares, Juan Espino, Enrique Wasabi. Todos han puesto su ladrillo en este castillo y cuando tienes tantos representantes de tu país en un deporte también llama más la atención.

–Si tuviera que dar algún consejo a los jóvenes que quieran seguir sus pasos, ¿dónde pondría el acento?

–Que confíen en su equipo y que disfruten del proceso de este deporte y que no se pongan metas muy largas, que vayan a pasitos cortos. Ahora todo el mundo sueña mucho con dedicarse a esto y es un camino complicado. Yo lo sé mejor que nadie.

–¿Quiere añadir algo más?

–Como siempre quiero dar las gracias a mi equipo y al Centro Deportivo Tíbet, que son los mejores y es mi casa desde siempre. Y también a mis patrocinadores, el Grupo Adarsa, que me ayudan mucho con las peleas.