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Carlos Sainz en la presentación de su equipo.
Sainz, en busca de la redención en el Dakar
edición 2016

Sainz, en busca de la redención en el Dakar

Tras el paupérrimo debut de Peugeot en 2015, el proyecto vuelve con fuerzas nuevas con el español como jefe de filas y la incógnita del debutante Sebastien Loeb

DAVID SÁNCHEZ DE CASTRO

Martes, 22 de diciembre 2015, 20:39

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Carlos Sainz (padre, que ahora hay que especificar) y Lucas Cruz afrontan desde el próximo 3 de enero una nueva aventura con Peugeot con un objetivo claro: ganar el Dakar. Tras un debut en 2015 sorprendentemente parecido al de su amigo Fernando Alonso con el nuevo McLaren Honda de Fórmula 1, el piloto madrileño se vio obligado a abandonar en la quinta etapa, tras chocar con una roca y dar varias vueltas de campana. Obviamente, para la edición 2016 hacía falta que cambiaran mucho las cosas.

Desde Peugeot se pusieron manos a la obra. El 2008DKR ha crecido, tanto en tamaño como en objetivos, y desde ya se plantea como uno de los grandes favoritos. Su éxito en el Rally de Marruecos, tradicionalmente la prueba que mejor sirve para colocar la situación de cada equipo de cara al Dakar, es la mejor carta de presentación. Sainz parte como el teórico jefe de filas de un equipo en el que, a los tres 'gallos' ya presentes en la pasada edición, se ha unido el último titán de los rallies: Sebastien Loeb.

«Voy mucho más confiado que el año pasado»

  • Admitió que va "mucho más confiado que el año pasado" y resaltó la "gran evolución" de su coche para afrontar la carrera "con la ilusión y las ganas de luchar por victorias de etapa".

  • "Esta aventura solo se entiende, en el momento que yo entiendo mi carrera, disfrutando. Y espero disfrutar y volver con una sonrisa. Voy mucho más confiado que el año pasado", insistió.

  • "No quiere decir que vayamos a ganar. Simplemente que voy más a gusto, que las pruebas hechas son mejores y que Peugeot ha hecho una gran evolución del coche", dijo.

  • "Nos gustaría pensar que vamos a plantarle cara al Mini y al Toyota, que vamos a luchar por victorias de etapa y por ganar el Dakar. Nos hemos preparado bastante mejor este año", valoró.

  • "Todos hemos hecho los deberes. El equipo este año se ha reforzado con un piloto más. Loeb es muy buena noticia para la prueba y esperamos el mejor resultado posible", comentó.

El nonacampeón del mundo del WRC afrontará desde el 3 de enero su primera participación en el Dakar como una de las grandes incógnitas, pero también como uno de los grandes atractivos de esta campaña. Con un recorrido que premia, a priori, a los pilotos con experiencia en el mundo de los rallies por encima de los que son puramente de raids, donde la navegación es clave frente a la rapidez en las pistas, Loeb parte como uno de los grandes objetivos de todas las cámaras.

Otro desastre como el de 2015 sería nefasto para Peugeot. El paupérrimo 2008 DKR de 2015 privó de la pelea por la victoria muy pronto no sólo a Sainz, o al novato en cuatro ruedas Cyril Despres, sino también a 'monsieur Dakar'. Stepháne Peterhansel, a sus 50 años, afronta en este 2016 su vigésimo octava comparecencia para lograr una nueva victoria más y agrandar su leyenda. Las armas de 2015 no estuvieron a la altura de su palmarés, pero ha prometido que en este 2016 dará mucha más guerra.

El 'matador' que no se corta la coleta

Pese a que disputará el Dakar con 53 años, a Carlos Sainz le queda cuerda para rato. El veterano bicampeón madrileño se ha visto algo eclipsado este año por su hijo, el joven piloto que ha deslumbrado en Fórmula 1 con Toro Rosso. La nueva generación viene golpeando muy fuerte, y aunque ya empieza a ser conocido como 'el padre de', aún tiene mucho que decir en el automovilismo. El apoyo de su hijo, como el del resto de su familia, es fundamental, y de hecho son ellos los que de alguna forma le empujan a seguir estando al pie del cañón, máxime este año en el que tiene oportunidades para ganar.

Tanto él como Lucas Cruz, considerado el mejor copiloto posible en la actual 'parrilla', tienen muy claro quiénes son los rivales a batir: los Mini. El 'ejército' comandado por el vigente campeón Nasser Al Attiyah y por Nani Roma es el más fuerte de los últimos años, con hasta 12 coches dentro de su estructura (aunque con diferentes proyectos, como el buggy de Guerlain Chicherit). Las mejores y evoluciones del 2008DKR, que sigue apostando por un estilo 4x2, gozan de la total aprobación de un Sainz que llega pleno de confianza. El coche está más adaptado a sus pretensiones: se ha adelgazado en 200 kilográmos, es más ancho de vías, más largo, con el centro de gravedad más bajo. Más ajustado a las peticiones del llamado 'Rey León' desde dentro de Peugeot.

En una escueta rueda de prensa que dieron en Madrid, Sainz y Cruz aseguran que afrontan la prueba con más ilusión que la edición de este 2015, y con las ganas no sólo de luchar por las victorias de etapa, sino también por la victoria final en la meta en la ciudad argentina de Rosario el 16 de enero. Para ello no les bastará con quitarse de encima a los Mini, sino también a sus propios compañeros. La presencia de Loeb es un aliciente para un piloto tan competitivo como Sainz, ya que no llegaron a coincidir en el WRC, y tenerle de compañero de equipo bajo los colores de la marca del león francés es todo un acicate para él. «Voy al Dakar mucho más confiado que el año pasado», dijo el bicampeón del mundo español, que saldrá hacia tierras argentinas en apenas unos días.

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