«Pienso que a estos jugadores no se les habrá olvidado jugar»

El Liberbank Oviedo Baloncestocerró el pasado viernes en Melilla su peor primer vuelta liguera desde que milita en la LEB Oro. El presidente del club, Fernando Villabella (Oviedo, 1962), analiza con EL COMERCIO el pasado reciente del equipo, conversa sobre las dificultades de su presente y da pinceladas sobre su futuro más próximo.

-Se acaba de completar una primera vuelta que nadie imaginaba.

-Nadie pensó a principios de temporada que llegáramos a esta situación. Pero también hubo otras ocasiones en las que no esperábamos, por ejemplo, estar cuartos, terceros, segundos o, incluso, fuéramos campeones de la Copa Princesa. Y nos encontramos con estas sorpresas. En los quince años del club y en las siete temporadas que llevamos en la LEB Oro, alguna vez tenía que tocar.

-Sorprende esta situación, sobre todo porque se mantuvo gran parte del bloque del año pasado.

-Todos hablábamos durante el verano que el Granada tenía renovados bastantes jugadores y ellos también lo están pasando mal con un bloque parecido al del año anterior. No sabría explicarlo ya que, aunque no es la campaña que más gente tenemos de la temporada anterior, tampoco es la de menos. Con tantos jugadores repitiendo, lo normal es que el bloque se hubiera impuesto y hubiera sido todo un camino similar al de otros años. Pero no tengo una explicación del porqué nos sucede esto.

-¿Creé que también se falló a la hora de hacer los fichajes?

-Fallamos en la selección de los jugadores nuevos. No salieron como esperábamos. No encajaron en los puestos que pensábamos que podían hacerlo. Cuando se incorporaron a principio de temporada estábamos convencidos de que eran fichajes buenos, bonitos y baratos, ya que en este caso también debemos mirar el dinero.

-¿Se plantean alguna incorporación antes del cierre del mercado?

-Sí, pero debemos buscar el justo equilibrio entre la economía, el producto que está en el mercado y el hecho de no comprometer la estabilidad del club. Hay que estar pendientes de lo que pueda haber, teniendo en cuenta que no va a aparecer un Llull. Tendremos que valorar si el esfuerzo que nos pide ese jugador que llegue o que analicemos vaya a repercutir directamente en la mejora del equipo.

-¿Qué perfil buscan?

-Buscamos alguien que nos aporte puntos, ya que somos el penúltimo ataque de la competición, y que además transmita un juego alegre, el cual nos permita mantenernos en los partidos.

-¿Cómo ve el futuro del equipo?

-Tenemos que intentar llegar a las doce victorias, que es el límite normal en el que la gente se viene salvando en un porcentaje muy alto. Hay que pensar que a estos jugadores no se les habrá olvidado jugar a baloncesto y en algún momento la situación revertirá.

-¿Qué factores se deben mejorar?

-Por las sensaciones que hubo en Melilla y por la trayectoria que traemos, lo importante es centrarse en recuperar anímicamente al equipo y ser capaces de competir y dar imagen. A partir de ahí tocará comenzar a reconstruir el castillo de naipes que se nos cayó.

-Los próximos rivales no invitan al cambio de dinámica.

-Ahora atravesamos una fase del calendario muy complicada, con Melilla, Palma y Breogán, lo que podríamos llamar el Tourmalet, para luego comenzar a llanear. Es posible que en estas dos próximas semanas la situación no cambie, ya que los rivales son complicados, pero nosotros los tenemos y hay otros rivales que están luchando con nosotros que se los van a encontrar a final de temporada, por lo que es un punto a nuestro favor.

-Este bache llega en un año clave para la decisión del Ayuntamiento sobre el nuevo pabellón.

-Es la Ley de Murphy. En un año en el que hubiera sido fantástico hacer una temporada genial, en la que hubiéramos podido hacer una demostración de cómo la ciudad quiere el baloncesto, para que el Ayuntamiento se centrará en el asunto, es el año que peor están saliendo las cosas. La vida al final da tantas vueltas y esto a lo mejor sirve para reforzarnos o para ver realmente cuál es la implantación del baloncesto en Oviedo.

-¿Teme una marcha de la afición?

-Nadie va a un espectáculo deportivo a sufrir, pasarlo mal, enfadarse o ver perder a su equipo. Por tanto, si el equipo sigue en esa trayectoria, lo normal sería que la gente se desencante, aunque sigue siendo fiel.