«He trabajado muy duro para vivir este momento»
Carreño asegura que es el título «más importante» que ha ganado, si bien admite que el bronce olímpico fue el momento «más emocionante» de su carrera deportiva
JOSÉ ÁNGEL GARCÍA IGLESIAS
GIJÓN.
Martes, 16 de agosto 2022, 01:07
Un salto hacia el cielo de Montreal, el puño al aire y una sonrisa que cruzaba toda la pista de Montreal. Pablo Carreño era un hombre feliz. Había cumplido uno de sus sueños: levantar un Masters 1000, un hito que solo habían conseguido catorce tenistas españoles antes que el gijonés. Al margen del premio económico (900.000 euros), Carreño se lleva un saco de puntos (990) y la confianza de saber que vuelve a ser un tenista peligroso, capaz de enfrentarse con garantías a cualquier rival 'top' y ganarle.
Nada más terminar la final y recoger el trofeo, Pablo cogió el teléfono que le pasó su padre Alfonso, que se encuentra en Montreal, acompañándolo. «Él llamó a mi madre y a mi abuela, así que pude hablar con ellas». Por teléfono también recibió la felicitación de su entrenador, Samuel López, y de su esposa, que siguió el partido desde España.
«Es una sensación increíble. He trabajado muy duro a lo largo de toda mi carrera para vivir momentos como este. Ha sido realmente difícil, pero creo que he culminado una semana increíble, jugando a un nivel muy alto», explica el gijonés, agradecido a su equipo técnico, «porque ellos creen más en mí que yo mismo. Me dan la energía y la fuerza necesaria».
«Necesito seguir este camino siendo agresivo y eso me dará más oportunidades de ganar partidos importantes»
Ganar un Masters 1000 significa elevar el listón de una carrera en la que acumula importantes éxitos. «Seguro que es el título más importante de mi trayectoria», resume el gijonés, que evita las comparaciones con el bronce olímpico. «Es difícil compararlo, porque los Juegos Olímpicos son los Juegos Olímpicos. Aquella fue una medalla de bronce, no gané el título, pero le gané a Medvedev, y vencer a Djokovic para ser bronce es probablemente el momento más emocionante de toda mi carrera. Son sensaciones diferentes, pero disfruto de ambas. Me gustaría seguir disfrutando», afirma.
Pablo Carreño consiguió ganar la primera final que disputaba de un Masters 1000. Asegura que no sintió una presión especial por la trascendencia del encuentro. «Sé que no es fácil ganar este tipo de torneos», apostilla, antes de poner como ejemplo a David Ferrer, que fue el número 3 de mundo y solo pudo ganar uno a lo largo de su carrera.
«No quiero centrarme solo en los títulos, quiero vivir los momentos, disfrutar de mi juego y de la vida. En este momento de mi carrera, a los 31 años, ahora necesito disfrutar. Probablemente tenga más años aún, no sé si tres, cuatro, cinco o seis, pero no lo sé a ciencia cierta, así que me toca disfrutar mucho».
Sobre su idilio con la pista dura, Carreño reconoce que fue la superficie con la que empezó cuando era un niño en el Grupo y, por eso, «siempre me he sentido cómodo».
«Necesito seguir por este camino, creyendo en mí mismo y siendo agresivo, y eso me dará más oportunidades de ganar partidos, tanto esta temporada como las próximas», indica un entusiasmado Carreño, instantes antes de coger el avión para unirse a su entrenador.
En el horizonte asoma el Abierto de Estados Unidos, un escenario propicio para el jugador asturiano, que llegó en dos ocasiones (2017 y 2020) a las semifinales en el cuadro individual. El estado de forma que ha demostrado durante la última semana en Montreal no le convierten en favorito, pero sí en un adversario temible.
«No solo es muy importante de cara al Abierto de Estados Unidos, sino también para el resto de la temporada. Mi tenis durante toda la semana ha sido de un nivel muy alto. He jugado muy bien, desde mi primer partido hasta el último», subraya Carreño, que confía en alargar su tenis sobresaliente el mayor tiempo posible al objeto de continuar con su escalada en el 'ranking' de la ATP.
Su victoria en Canadá le ha permitido subir desde el puesto 23 que ocupaba cuando llegó a Montreal hasta el número 14 con el que desembarca en Cincinnati. Habrá todavía tiempo para pensar en la Copa Davis en la que el tenista asturiano será una de las armas que tenga España para encarar las eliminatorias que se disputarán en Valencia (13 al 18 de septiembre) y en las que tendrá como rivales a Canadá, Corea y la Serbia de Djokovic. Los partidos se disputarán solo dos días después de que finalice el Abierto de Estados Unidos. Ojalá Carreño llegue cansado a la cita. Será una señal inequívoca de éxito en Nueva York.