Arcelor tendrá que acelerar su plan verde si la UE confirma el calendario para el CO2

El plazo pactado por los principales grupos del Parlamento no es firme. Falta ver qué sucede en el pleno de los próximos días 22 y 23, en el que se someterá a votación el texto y también las alegaciones que se hayan presentado. No obstante, con el pacto a tres bandas sellado el martes, todo apunta a que el documento podría salir adelante, aunque no existe disciplina de voto y aún podría haber sorpresas. Habría, además, otra oportunidad para las empresas: que haya nuevas revisiones durante los conocidos como trílogos, las negociaciones entre Parlamento, Comisión y Consejo que vendrán después.

De momento, la alianza Aegis Europe, que agrupa a 20 sectores clave de la industria del Viejo Continente, ya se ha mostrado «extremadamente disgustada» con que el recorte se inicie en 2027 y no en 2030 como solicitaba. «Eliminará la tan necesaria protección contra las fugas de carbono y aumentará las emisiones de gases de efecto invernadero en todo el mundo», advirtió ayer.

El ajuste afectará en Asturias a 17 plantas que cuentan con asignaciones gratuitas. Las de Arcelor son las que tienen más derechos y para las que es más importante que se pacte un calendario que permita llevar a cabo sus planes de descarbonización.

A finales del pasado mes de mayo, la ministra de Industria, Reyes Maroto, y el CEO de la compañía, Aditya Mittal, sellaron en el Foro de Davos un acuerdo en el que se avanzaba en el proyecto de Gijón, que pasa por sustituir el horno alto 'A' y el sínter 'B' por una planta de reducción directa del mineral de hierro y cambiar los tradicionales convertidores de la acería por un horno de arco eléctrico híbrido. Esta iniciativa llegaría a tiempo con el nuevo calendario, ya que se prevé que esté lista en 2025. Además, se abría la puerta a una acería verde en Avilés, pero la idea de la multinacional era llevar el proyecto hasta 2032, cuando finalice la vida útil del horno alto 'B', y dar de paso tiempo para que se desarrolle la infraestructura energética que requiere, tanto de renovables como de hidrógeno. El problema, si se confirma el nuevo calendario, es que ese horno alto dejará de ser rentable mucho antes debido a la reducción de las asignaciones gratuitas, más el recorte añadido derivado de contar con una instalación más limpia desde 2025, ya que las emisiones se adjudican teniendo también en cuenta las de periodos anteriores.

No obstante, desde el Principado se valoró ayer que se haya relajado el calendario inicial. «Desde Asturias entendemos la emergencia climática que existe y la necesidad de abordar esa tarea de reducir las emisiones a la atmósfera de forma urgente, pero también entendemos la situación crítica por la que está pasando la industria», apuntó el consejero del ramo, Enrique Fernández, que consideró que «es un paso en la dirección correcta alargar ese plazo y que se tengan en cuenta las dificultades que están afrontando la industria, la economía asturiana, española y mundial».